El compositor y pianista cubano José María Vitier presentó hoy en La Habana su disco "Pulso de Vida", en el que por primera vez graba solo al piano y que incluye un DVD dirigido por su compatriota Jorge Perugorría.
EFE - El trabajo, editado por la Sociedad General de Autores y Editores de España (SGAE), incluye 12 piezas, la mayoría compuestas especialmente para el disco, y el DVD en el que Perugorría dirige un "documental de arte" con 10 de los temas musicales.
"Es mi primer disco en solitario, aunque está muy acompañado de poesía y audiovisual", dijo Vitier en conferencia de prensa, al explicar que la producción también contiene un folleto con poemas de su autoría, y otros escritos por su esposa, Silvia Rodríguez, y su madre, la poetisa Fina García Marruz.
Sobre la colaboración con Perugorría, con quien produjo anteriormente el CD y DVD "Iré Habana. Ni fresa ni chocolate", Vitier confesó que esta vez el trabajo del actor, pintor y cineasta resultó una "sorpresa extraordinaria", pues logró entrar muy bien "en el tempo" de la música.
Según el músico, el sonido de este disco le debe mucho a la trova tradicional cubana, el género del que se siente más "deudor" y del que se considera un "creyente".
"Pulso de vida" será presentado el próximo noviembre en España, donde Vitier realizará una gira por escenarios de Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia.
viernes, 22 de mayo de 2009
jueves, 21 de mayo de 2009
Exposición de Jorge Perugorría, el gran actor cubano, en Oviedo
He tenido la oportunidad y el placer de asistir a la inauguración de la exposición de Jorge Perugorría, el gran actor cubano, en Oviedo, mi ciudad natal. Y confío en que dentro de unos años se repita tanto el deleite como la ocasión.
Él mismo me comentó, en un breve cruce de palabras que pudimos mantener, que su imaginario visual se llenaba de tantas cosas y experiencias, se le acumulaba tanto que tenía que cambiar de línea, de procedimientos y de procesos en cuanto considera que un proyecto ya está agotado. No es descartable que esa precipitación lo obligue después a detenerse en lo que todavía prometía, en lo que tenía de ramificaciones desapercibidas y ahora aparecidas y que exigían una nueva proyección.
Con ello queda de manifiesto que no es una sorpresa que de un pintor como él, inquieto, atento y observador, emane una pintura extrovertida, que quiere salir a la luz y dialogar, que se exterioriza porque en ella pasión y visión se mimetizan en una sola, la cual nos depara esa comunicación insoslayable.
Esta serie dedicada a la Habana muestra una realidad plástica que a través del olvido llega a una memoria que tiene como misión no dejar que lo efímero tape lo perecedero, lo primero siempre se viste y acaba pudriéndose por ello, lo segundo está desnudo. Para ello, rescata una geometría urbana que por medio de un fuerte impacto cromático aborda otra dimensión de la ciudad (¿alguien sabe cuántas tiene?), esencializando los valores que personifican su verdad.
Perugorría, al abordar esta empresa, se ha enfrentado con su propio olvido y su reverso, pero también con el propósito de que la luz recabase la conducción de directora y mentora de los laberintos oscuros de ese homogéneo conjunto arquitectónico y constructivo que es como el estandarte que resume el antes y el después de una urbe contenida entre muros, malecones y fortalezas, entre cuyas grietas y resquicios la poesía de la búsqueda se hace sustancia. Incluso en algunos de los lienzos una mirada al cielo nos descubre unas criaturas angelicales que aparentemente guardan y protegen, tal que símbolos de una ciudad que por sus reminiscencias ancestrales los necesitara para traer una lluvia de purificación y libertad.
Admitiendo y aceptando que soy acérrimo partidario de sus series anteriores, estimo y repito que en ésta hay un cambio evidente de registro para no perder lo más importante: el hilo que conduce a explicarse y ver su entorno social, histórico, paisajístico, cultural, familiar, como una obra que, al igual que sus chorreados, se derrama en el poso de completar una habitación llena de lagunas ateridas por tanto olvido colectivo. Yo creo que en ese sentido lo consigue, aunque su capacidad para reservarnos más y mayores sorpresas en el futuro es infinitamente mayor. Jorge es impredecible, tal como él mismo me ha admitido, por consiguiente, que nos siga enseñando y trazando caminos que nos permitan seguir mirando y viviendo.
Hoy, el malecón cuenta a sus habitantes con el objeto de organizar una aguerrida mesnada. Pero los resultados no son muy esperanzadores antes tantos paralíticos, mutilados, cojos, lisiados. Y después había que sumar a los ciegos, mudos, sordos y sordomudos. Sólo eran válidos los proscritos y éstos no eran de fiar. Entonces dispuso una peregrinación al santuario de la Virgen de la Regla para su curación. No se supo lo que ocurrió pero según se dedujo después la Virgen se asustó y pidió un inmediato traslado a otra isla, con lo que tuvieron que regresar tal como habían ido. Le digo a Humberto: "es que menos en lo de la penumbra, no acierta ni una".
miércoles, 20 de mayo de 2009
Lanzan en Cuba CD de Vitier con DVD de Perugorría
Miércoles 20 de mayo de 2009 19:29
ANDREA RODRIGUEZ
El pianista cubano José María Vitier y el actor y director Jorge Perugorría aunaron fuerzas para sacar adelante "Pulso de vida", un CD y DVD documental que se presentó el miércoles en esta capital.
Se trata de "un repertorio nuevo de obras escritas por mí para este disco", comentó Vitier, uno de los más reconocidos músicos isleños, durante el lanzamiento del volumen de vistoso diseño con toques afrocubanos.
El álbum, de un tono particularmente intimista, tiene 11 piezas sólo para piano y es la primera producción como solista de Vitier.
Vitier indicó que el disco le debe mucho a la trova tradicional cubana en la que se formó, así como a su esposa, Silvia Rodríguez, también productora musical y la otra protagonista del CD básicamente enfocado en el amor.
"Este disco sigue un camino de espiritualidad que había comenzado con 'La Misa Cubana'", comentó por su parte Rodríguez en relación a afamada pieza de Vitier en homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba.
Vitier es hijo de los poetas Cintio Vitier y Fina García-Marruz, y hermano de otro reconocido músico, el guitarrista Sergio Vitier.
El DVD fue dirigido por el actor Perugorría ("Fresa y Chocolate", "Guantanamera", "El cuerno de la abundancia"), quien hace pocos años comenzó a trabajar también del otro lado de las cámaras y también como pintor.
Armado a modo de documental, el DVD muestra a Vitier y su esposa junto al piano, interpretando los temas en una antigua basílica habanera desierta, e ilustra con imágenes históricas de la isla algunos de los temas.
Además destaca una entrevista con José María Vitier en su casa y cuenta con una galería de fotos, tanto del trabajo con "Pulso de Vida" como personales de la familia Vitier.
Presentado bajo el auspicio de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y el Sello Autor, el disco se lanzará en España en noviembre, cuando se espera que Vitier ofrezca recitales por varias ciudades ibéricas.
ANDREA RODRIGUEZ
El pianista cubano José María Vitier y el actor y director Jorge Perugorría aunaron fuerzas para sacar adelante "Pulso de vida", un CD y DVD documental que se presentó el miércoles en esta capital.
Se trata de "un repertorio nuevo de obras escritas por mí para este disco", comentó Vitier, uno de los más reconocidos músicos isleños, durante el lanzamiento del volumen de vistoso diseño con toques afrocubanos.
El álbum, de un tono particularmente intimista, tiene 11 piezas sólo para piano y es la primera producción como solista de Vitier.
Vitier indicó que el disco le debe mucho a la trova tradicional cubana en la que se formó, así como a su esposa, Silvia Rodríguez, también productora musical y la otra protagonista del CD básicamente enfocado en el amor.
"Este disco sigue un camino de espiritualidad que había comenzado con 'La Misa Cubana'", comentó por su parte Rodríguez en relación a afamada pieza de Vitier en homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre, la patrona de Cuba.
Vitier es hijo de los poetas Cintio Vitier y Fina García-Marruz, y hermano de otro reconocido músico, el guitarrista Sergio Vitier.
El DVD fue dirigido por el actor Perugorría ("Fresa y Chocolate", "Guantanamera", "El cuerno de la abundancia"), quien hace pocos años comenzó a trabajar también del otro lado de las cámaras y también como pintor.
Armado a modo de documental, el DVD muestra a Vitier y su esposa junto al piano, interpretando los temas en una antigua basílica habanera desierta, e ilustra con imágenes históricas de la isla algunos de los temas.
Además destaca una entrevista con José María Vitier en su casa y cuenta con una galería de fotos, tanto del trabajo con "Pulso de Vida" como personales de la familia Vitier.
Presentado bajo el auspicio de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y el Sello Autor, el disco se lanzará en España en noviembre, cuando se espera que Vitier ofrezca recitales por varias ciudades ibéricas.
martes, 19 de mayo de 2009
Pulso de vida. Presentación de la obra del compositor José María Vitier y del cineasta Jorge Perugorría
Palabras de José Adrián Vitier
Distinguidos invitados:
Para presentar esta obra del compositor José María Vitier y del cineasta Jorge Perugorría, quisiera referirme al único aspecto de la misma no tocado por la música ni por las imágenes. Estoy hablando del nombre mismo del proyecto: Pulso de vida.
Habrá quien suponga que hablar del solo nombre será alejarse del objeto que aquí nos convoca. En cierto modo tienen razón; porque así ocurre con los nombres baladíes y con los nombres falsos. Pero enseguida veréis que el nombre verdadero es un raigal accesorio que no permite desvariar demasiado. Hablar de un nombre verdadero como el de Pulso de vida no será nunca irse por la tangente, sino una forma más de coger al joven toro por sus antiguos cuernos.
Sucede con algunos proyectos que el nombre los ilumina desde el comienzo; en otros, el nombre cae al final como un fruto maduro, o como secreto premio a su realización; y en otros, como el que nos ocupa, el nombre hace su aparición a la mitad del proceso creativo. Sin embargo, en todos los casos el nombre se coloca siempre al principio, delante de las cosas. Tanto si llegó tarde como si llegó temprano, el nombre va primero, y es lo primero por una multitud de razones que abarcan desde el pragmatismo causal hasta la compulsión del misterio.
Pulso de vida, el título de este trabajo, es uno de esos símbolos nuevos que suelen encontrar los eternos buscadores de la belleza antigua; es decir, de lo sagrado. ¿Pues qué ha de ser sagrado si no lo son esos momentos cuando el hombre encuentra el amor, inventa el arte, enlaza la amistad, obra lo justo, despierta lo olvidado? Porque sentir, seguir, responder al pulso de la vida, equivale siempre a recordar que hemos olvidado; no sentirlo, no seguirlo, no vivirlo, es olvidar que hemos olvidado.
Pulso de vida apareció tardíamente como nombre definitivo de esta obra en particular, pero la fidelidad a esa misma pulsación ha precedido cada uno de los trabajos de José María Vitier, dando como resultado una trayectoria creadora de sostenida y vibrante intensidad, en la que ha participado de manera múltiple y decisiva Silvia Rodríguez Rivero. Sin embargo, en toda la carrera discográfica de José María hay hasta el momento un solo disco de piano, y está contenido en este estuche. Dicho disco representa, como podrán adivinar muchos de ustedes, una cosecha inusualmente rica por la verdad artística e inteligencia musical acumuladas. Aquí pues, como muchas veces sucede, con los medios más escuetos se intenta lo más alto.
El bandolero Riobaldo –protagonista de la novela favorita de José María Vitier, Gran Sertón. Veredas, y probablemente el forajido más sabio de la literatura universal–coincide con muchos lingüistas cuando afirma que: “El nombre no da, el nombre recibe.” Esto parece, en principio, cierto. Pero aquello que tan sólo recibe, ¿no está al mismo tiempo entregando, provocando algo, a veces mucho, a veces todo? Creo sinceramente que el nombre Pulso de vida ha entregado un desafío y un resguardo a los que han trabajado en este proyecto. Un desafío y un resguardo: dos cosas cuya concesión aparece de modo recurrente en los mejores cuentos. Pulso de vida, con sólo ser un sencillo y certero nombre, fue una meta que nos imantó hacia lo alto y un talismán que resguardó la noble empresa.
Hay en Jorge Perugorría, en su persona, en los proyectos que ha emprendido, y en su forma de ser, algo que me hace pensar en Roldán. No en el músico Amadeo Roldán, sino en el caballero del cantar de gesta, súbdito del emperador Carlomagno, que murió noblemente en Roncesvalles, un puerto de montaña en el reino de Navarra en el país vasco –de donde por cierto viene su extraño apellido. Junto a las armas de Roldán, tras morir este en la batalla de Roncesvalles, fue grabada la siguiente divisa: “Nadie las mueva / quien estar no pueda / con Roldán en la prueba”.
Pienso que los críticos, periodistas y especialistas que escriban sobre Pulso de vida en el futuro no deberían hacerlo sin ir en busca, a su vez, de otra belleza. Para ellos quisiera yo dejar grabada la misma divisa que acompaña eternamente las armas de Roldán: “Nadie las mueva / quien estar no pueda / con Roldán en la prueba”. Pues una obra como esta, que no invoca en vano el pulso de la vida, y en la que el músico y el cineasta han hablado y han callado con su mayor elocuencia, no debería ser reseñada o presentada sin tensar el arco de la Poesía.
José Adrián Vitier, 19 de mayo de 2009
Distinguidos invitados:
Para presentar esta obra del compositor José María Vitier y del cineasta Jorge Perugorría, quisiera referirme al único aspecto de la misma no tocado por la música ni por las imágenes. Estoy hablando del nombre mismo del proyecto: Pulso de vida.
Habrá quien suponga que hablar del solo nombre será alejarse del objeto que aquí nos convoca. En cierto modo tienen razón; porque así ocurre con los nombres baladíes y con los nombres falsos. Pero enseguida veréis que el nombre verdadero es un raigal accesorio que no permite desvariar demasiado. Hablar de un nombre verdadero como el de Pulso de vida no será nunca irse por la tangente, sino una forma más de coger al joven toro por sus antiguos cuernos.
Sucede con algunos proyectos que el nombre los ilumina desde el comienzo; en otros, el nombre cae al final como un fruto maduro, o como secreto premio a su realización; y en otros, como el que nos ocupa, el nombre hace su aparición a la mitad del proceso creativo. Sin embargo, en todos los casos el nombre se coloca siempre al principio, delante de las cosas. Tanto si llegó tarde como si llegó temprano, el nombre va primero, y es lo primero por una multitud de razones que abarcan desde el pragmatismo causal hasta la compulsión del misterio.
Pulso de vida, el título de este trabajo, es uno de esos símbolos nuevos que suelen encontrar los eternos buscadores de la belleza antigua; es decir, de lo sagrado. ¿Pues qué ha de ser sagrado si no lo son esos momentos cuando el hombre encuentra el amor, inventa el arte, enlaza la amistad, obra lo justo, despierta lo olvidado? Porque sentir, seguir, responder al pulso de la vida, equivale siempre a recordar que hemos olvidado; no sentirlo, no seguirlo, no vivirlo, es olvidar que hemos olvidado.
Pulso de vida apareció tardíamente como nombre definitivo de esta obra en particular, pero la fidelidad a esa misma pulsación ha precedido cada uno de los trabajos de José María Vitier, dando como resultado una trayectoria creadora de sostenida y vibrante intensidad, en la que ha participado de manera múltiple y decisiva Silvia Rodríguez Rivero. Sin embargo, en toda la carrera discográfica de José María hay hasta el momento un solo disco de piano, y está contenido en este estuche. Dicho disco representa, como podrán adivinar muchos de ustedes, una cosecha inusualmente rica por la verdad artística e inteligencia musical acumuladas. Aquí pues, como muchas veces sucede, con los medios más escuetos se intenta lo más alto.
El bandolero Riobaldo –protagonista de la novela favorita de José María Vitier, Gran Sertón. Veredas, y probablemente el forajido más sabio de la literatura universal–coincide con muchos lingüistas cuando afirma que: “El nombre no da, el nombre recibe.” Esto parece, en principio, cierto. Pero aquello que tan sólo recibe, ¿no está al mismo tiempo entregando, provocando algo, a veces mucho, a veces todo? Creo sinceramente que el nombre Pulso de vida ha entregado un desafío y un resguardo a los que han trabajado en este proyecto. Un desafío y un resguardo: dos cosas cuya concesión aparece de modo recurrente en los mejores cuentos. Pulso de vida, con sólo ser un sencillo y certero nombre, fue una meta que nos imantó hacia lo alto y un talismán que resguardó la noble empresa.
Hay en Jorge Perugorría, en su persona, en los proyectos que ha emprendido, y en su forma de ser, algo que me hace pensar en Roldán. No en el músico Amadeo Roldán, sino en el caballero del cantar de gesta, súbdito del emperador Carlomagno, que murió noblemente en Roncesvalles, un puerto de montaña en el reino de Navarra en el país vasco –de donde por cierto viene su extraño apellido. Junto a las armas de Roldán, tras morir este en la batalla de Roncesvalles, fue grabada la siguiente divisa: “Nadie las mueva / quien estar no pueda / con Roldán en la prueba”.
Pienso que los críticos, periodistas y especialistas que escriban sobre Pulso de vida en el futuro no deberían hacerlo sin ir en busca, a su vez, de otra belleza. Para ellos quisiera yo dejar grabada la misma divisa que acompaña eternamente las armas de Roldán: “Nadie las mueva / quien estar no pueda / con Roldán en la prueba”. Pues una obra como esta, que no invoca en vano el pulso de la vida, y en la que el músico y el cineasta han hablado y han callado con su mayor elocuencia, no debería ser reseñada o presentada sin tensar el arco de la Poesía.
José Adrián Vitier, 19 de mayo de 2009
El actor y pintor cubano Jorge Perugorría debuta como director musical
LA HABANA (AFP) — El actor cubano Jorge Perugorría, que alcanzó notoriedad internacional por la película "Fresa y Chocolate", debutó este miércoles como director musical, un año después de mostrar sus lienzos como pintor.
"Lo que hizo Jorge nos sorprendió, porque entró de lleno en el templo de la música", dijo el pianista y compositor José María Vitier, a cuya obra está dedicado el DVD que contiene doce piezas musicales, fotos y videos con guión y dirección de Perugorría.
En la presentación a la prensa de "Pulso de Vida", en ausencia del actor, Vitier señaló que el DVD es una "obra terminada" pues "Jorge tiene pasión por hacer bien todo lo que hace".
El disco "tiene un repertorio básicamente nuevo, de temas escritos por mí para este disco", en el cual rinde tributo a sus padres, los poetas Cintio Vitier y Fina García Manrruz, a su hermano el guitarrista Sergio Vitier y a su esposa, Silvia Rodríguez, promotora y productora del disco.
El primer tema, "Espíritu de la Trova", es un homenaje a los viejos cantores de Santiago de Cuba, "de la que me siento deudor", dijo Vitier, quien señaló que está respaldada por imágenes en su casa con Elíades Acosta y el fallecido Francisco Repilado (Compay Segundo), ambos integrantes del famoso Buena Vista Social Club.
Musicalizador de varias películas de cine y seriales de la televisión, Vitier se aventuró también a publicar por primera vez algunos de sus poemas, un reto "con los padres que tengo", dijo en referencia a los dos premios nacionales de literatura.
"Tema para Laura", composición realizada para un filme brasileño, deviene gracias a las imágenes que le añadió Perugorría en "un homenaje a las actrices cubanas".
Vitier, de 55 años, se inició en la música en los años 60 e integró el Grupo de Experimentación Sonora junto a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, y otras importantes figuras, bajo la dirección del musicólogo y guitarrista Leo Brower.
Copyright © 2009 AFP. Todos los derechos reservados.
"Lo que hizo Jorge nos sorprendió, porque entró de lleno en el templo de la música", dijo el pianista y compositor José María Vitier, a cuya obra está dedicado el DVD que contiene doce piezas musicales, fotos y videos con guión y dirección de Perugorría.
En la presentación a la prensa de "Pulso de Vida", en ausencia del actor, Vitier señaló que el DVD es una "obra terminada" pues "Jorge tiene pasión por hacer bien todo lo que hace".
El disco "tiene un repertorio básicamente nuevo, de temas escritos por mí para este disco", en el cual rinde tributo a sus padres, los poetas Cintio Vitier y Fina García Manrruz, a su hermano el guitarrista Sergio Vitier y a su esposa, Silvia Rodríguez, promotora y productora del disco.
El primer tema, "Espíritu de la Trova", es un homenaje a los viejos cantores de Santiago de Cuba, "de la que me siento deudor", dijo Vitier, quien señaló que está respaldada por imágenes en su casa con Elíades Acosta y el fallecido Francisco Repilado (Compay Segundo), ambos integrantes del famoso Buena Vista Social Club.
Musicalizador de varias películas de cine y seriales de la televisión, Vitier se aventuró también a publicar por primera vez algunos de sus poemas, un reto "con los padres que tengo", dijo en referencia a los dos premios nacionales de literatura.
"Tema para Laura", composición realizada para un filme brasileño, deviene gracias a las imágenes que le añadió Perugorría en "un homenaje a las actrices cubanas".
Vitier, de 55 años, se inició en la música en los años 60 e integró el Grupo de Experimentación Sonora junto a Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, y otras importantes figuras, bajo la dirección del musicólogo y guitarrista Leo Brower.
Copyright © 2009 AFP. Todos los derechos reservados.
lunes, 18 de mayo de 2009
Perugorría presenta sus "Muros" en España
www.mundo52.com
El actor Jorge Perugorría presentó hoy en Oviedo, norte de España, su exposición "Muros", compuesta por 28 obras pictóricas, la mayoría inéditas, ya que forman parte de su última etapa artística en la que trató de reflejar la situación de Cuba, su país natal.
En la presentación, Perugorría comentó que intenta transmitir el concepto de muro como "algo que protege pero que a la vez obstaculiza para crecer", y puso como ejemplo simbólico de esta idea el Malecón de La Habana. Añadió que sus obras son "una forma de abordar la situación de la isla" y una "denuncia sobre la proliferación de límites impuestos y barreras tanto políticas, físicas como psicológicas en la sociedad contemporánea".
En 2001 realizó su primera exposición individual y desde entonces ha llevado a cabo otras 20 y participado en varias exhibiciones colectivas, en distintas partes del mundo, y ya ha mostrado con anterioridad sus trabajos en España, concretamente en Madrid, Barcelona y Valencia.
Jorge Perugorría o "Gorría", que es como firma sus pinturas, explicó que las obras de "Muros" pertenecen a una nueva etapa, en la que ya no está tan influenciado por la pintura caribeña y el arte afrocubano.
En esta etapa, Gorría refleja su interés por los muros, la arquitectura, las figuras geométricas que combina con "símbolos de la cubanía".
La muestra estará abierta en la sala cultural de Cajastur en el Teatro Campoamor de Oviedo desde mañana hasta el 28 de junio.
El actor Jorge Perugorría presentó hoy en Oviedo, norte de España, su exposición "Muros", compuesta por 28 obras pictóricas, la mayoría inéditas, ya que forman parte de su última etapa artística en la que trató de reflejar la situación de Cuba, su país natal.
En la presentación, Perugorría comentó que intenta transmitir el concepto de muro como "algo que protege pero que a la vez obstaculiza para crecer", y puso como ejemplo simbólico de esta idea el Malecón de La Habana. Añadió que sus obras son "una forma de abordar la situación de la isla" y una "denuncia sobre la proliferación de límites impuestos y barreras tanto políticas, físicas como psicológicas en la sociedad contemporánea".
En 2001 realizó su primera exposición individual y desde entonces ha llevado a cabo otras 20 y participado en varias exhibiciones colectivas, en distintas partes del mundo, y ya ha mostrado con anterioridad sus trabajos en España, concretamente en Madrid, Barcelona y Valencia.
Jorge Perugorría o "Gorría", que es como firma sus pinturas, explicó que las obras de "Muros" pertenecen a una nueva etapa, en la que ya no está tan influenciado por la pintura caribeña y el arte afrocubano.
En esta etapa, Gorría refleja su interés por los muros, la arquitectura, las figuras geométricas que combina con "símbolos de la cubanía".
La muestra estará abierta en la sala cultural de Cajastur en el Teatro Campoamor de Oviedo desde mañana hasta el 28 de junio.
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