domingo, 23 de noviembre de 2008

"LA MALA" recibe el premio del público en el Festival internacional de Cine de Ibiza


"LA MALA" recibe el premio del público en el Festival internacional de Cine de Ibiza
LA MALA se presentó el 29 de Mayo en el Festival Internacional de Cine de Ibiza donde recibió el Premio del Público, y fue galardonada con el aclamado Halcón Maltes.

“La Mala” fué presentada por sus protagonistas; el actor Jorge Perugorría, la cantante y actriz Lena Burke y la también cantante y actriz María Isabel Díaz , además de sus directores Lilian Rosado y Pedro Pérez Rosado.

viernes, 24 de octubre de 2008

Jorge Perugorría, en la presentación de 'El cuerno de la abundancia'. (MS)

Acompañado de los actores Vladimir Cruz, Mirtha Ibarra y Yoima Valdés, Jorge Perugorría recorre por estos días varias ciudades de España para promocionar el nuevo filme de Juan Carlos Tabío, El cuerno de la abundancia, en el que encarna el personaje de Bernardito, un ingeniero venido a menos que intenta sobrevivir en un pueblo de la Isla.

El actor deja atrás, en esta ocasión, su elogiado papel del homosexual Diego en la cinta Fresa y chocolate, codirigida también por Tabío, para protagonizar una historia orlada por los "tópicos" de la Cuba tropical.
De paso por Madrid para la presentación a la prensa de la película, y tras una intensa jornada de pases televisivos y entrevistas a los medios, Perugorría compartió con CUBAENCUENTRO.com su opinión sobre la actualidad de la Isla, en política y cultura, y también habló de sus proyectos fuera del cine.

¿Cómo ha sido su experiencia con el personaje de Bernardito en El cuerno de la abundancia?
Reencontrarme con el cine de Tabío, que es un cine que admiro profundamente, y creo que esta película, El cuerno de la abundancia, está cien por ciento al estilo de Juan Carlos, de esas comedias maravillosas: Plaff, Se permuta, El elefante y la bicicleta o Lista de espera, sin contar las que codirigió con Titón, como Guantanamera y Fresa y chocolate. Creo que aquí Tabío retoma su estilo más auténtico de una comedia inteligente, audaz.
La pregunta sería cómo nos sentimos después de reencontrarnos, después de Fresa y chocolate. Pero verdaderamente no nos hemos separado después de Fresa y chocolate, hemos estado juntos después de la película, hemos compartido prácticamente la vida. Para nosotros es curioso, porque es diferente a como se puede ver desde acá, como que la gente nos vuelve a ver en esta peli.

Hablando de Fresa y chocolate, un filme emblemático en su momento, sobre todo por tratar el tema de la homosexualidad. ¿Qué opinión le merece su proyección en la televisión cubana tras 14 años de censura?
Durante todos estos años, yo, por ejemplo, he luchado dentro de la Isla cada vez que he tenido opción de llegar a algún medio, ya sea prensa o televisión, siempre he dicho que no entendía por qué Fresa y chocolate no se ponía en la televisión cubana, después que había sido una embajadora maravillosa del mundo, y todo lo que había significado para Cuba, a nivel de las personas y de la sociedad, en cuanto al tema de la tolerancia y respeto a la diferencia, no sólo a los homosexuales.
Cuando se estrenó el año pasado, lo celebramos y fue algo muy bonito entre los intelectuales, los amigos, los artistas, la gente que lo conoce a uno. Empezaron a mandar correos como algo positivo y comprendimos que, como dice el dicho: "es mejor tarde que nunca". Nos alegró mucho a todos que la pusieran.

Alfredo Guevara dijo hace un tiempo que la película Che, de Steven Soderbergh, donde usted tiene un papel, no se iba a estrenar en Cuba si atacaba a Fidel Castro. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Eso es una declaración de Alfredo Guevara que yo no comparto, con la cual no estoy de acuerdo, porque no pueden censurar una película sin haberla visto y esas declaraciones fueron hechas por él sin haber visto la película. Por la parte que me toca, por haber estado vinculado a ese proyecto, te diré que ese proyecto está hecho con la mayor seriedad, con el mayor rigor, y pienso que es una película que el pueblo cubano está preparado para ver y no entendería otra solución; pero esas cosas no las determina uno como artista, las determinan las instituciones, las determinan las personas que son responsables y que dirigen esas instituciones.
No estoy de acuerdo. Primero, porque nos hace quedar muy mal ante el mundo que un funcionario cubano diga que va a censurar una película sin haberla visto, porque alguien se la haya contado, y segundo, porque es una película donde se hace un retrato de la figura del Che a dos manos entre Benicio (del Toro) y Soderbergh, con mucho respeto y mucha seriedad.

Recientemente se dio a conocer la noticia de que usted organizó una subasta de arte con el fin de recaudar dinero para los damnificados en Gibara tras el paso del huracán Ike. ¿Cómo los necesitados podrán acceder a ese dinero? ¿Van a dárselo a la gente de a pie, del pueblo?
Sí, claro. Yo conocí Gibara con Humberto Solás, rodando Miel para Oshún, que filmamos unas escenas allí. A partir de ahí, Humberto tuvo el sueño de crear ese festival de cine en Gibara, que ya lleva seis años. Recientemente, hemos tenido una gran pérdida, la cultura cubana y la cultura iberoamericana y universal: falleció Solás, uno de los grandes maestros del cine cubano.
Cuando pasa el segundo huracán por Cuba, el Ike, entra justo por esa parte de Oriente, arrasa prácticamente todos los pueblos que están alrededor de Gibara, acaba con gran parte de Gibara. A un grupo de amigos y a mí se nos ocurrió hacer algo por ese pueblo que durante seis años había acogido a los cineastas, los pintores, los cantautores, los músicos, los que habíamos estado yendo al festival invitados por Humberto, como esa gente había sido de cariñosa, era un festival muy de pueblo, muy popular, muy bonito.

Entonces se nos ocurrió esta idea de lanzar una convocatoria a los artistas cubanos que viven dentro y fuera de la Isla, y artistas de cualquier parte del mundo, que quisieran donar una obra, para con la venta de estos cuadros hacer un fondo y, a través de la Oficina de Cine Pobre, hacerlo llegar a Gibara.
Vamos a hacerle un seguimiento a todo este dinero. Porque yo también me dedico a la pintura y al mundo del arte, estoy haciendo un proyecto que se llama "Arte por arte", el cual consiste en realizar un catálogo con todos los artistas que participen en este proyecto y hacer un seguimiento de cómo el arte puede contribuir en los momentos en que las sociedades de los países pasan por crisis o tienen problemas, ya sean sociales, políticos o meteorológicos, naturales como en este caso.

Nosotros vamos a llevar ese dinero que podamos recaudar y hacer un seguimiento. Lo que queremos es ayudar a la restauración de Gibara, sobre todo para poder darle continuidad al Festival de Cine Pobre de Humberto Solás. Uno, de pronto, se siente que está haciendo algo por la gente.

¿Ha estado allí después que pasó el huracán?
Sí, hemos estado allí. Después que pasó el huracán, el cineasta Arturo Soto estrenó en el cine Chaplin Bretón es un bebé, un maravilloso documental donde hay un viaje surrealista por toda la isla y, en el estreno, Arturo hizo un llamamiento a toda la gente que estaba en el cine: que nos trajeran ropa, donaciones, cosas que no usaban.
Hicimos una oficina en el ICAIC, recogimos un camión de donaciones de la gente y llamamos a los amigos artistas, y fuimos a Gibara, entregamos esa ayuda a la gente, y también fuimos a decirle que nosotros, por todo el cariño que habíamos recibido durante todos estos años de festival, íbamos a hacer todo lo posible por ayudar a la recuperación de Gibara y darle continuidad a la obra de Humberto, como era su Festival de Cine Pobre.

En una entrevista publicada en El País usted afirmó que Cuba necesita "cambios profundos" que "saquen al país del inmovilismo económico y estimulen a la gente". ¿Cree que en este momento existe alguna esperanza de cambio en Cuba, en cuanto a libertades, lo mismo sociales que económicas?
La esperanza es lo último que se pierde, y el pueblo cubano es muy optimista y tiene mucha esperanza de llevar adelante esos cambios. Hay mucha conciencia en el pueblo de la necesidad de cambios profundos económicos. Por primera vez aparece un discurso oficial a través de Raúl, donde se dice que hay que acabar con todas las restricciones que impiden de manera absurda la evolución y el progreso de la sociedad cubana y de la familia cubana.

Creo que hay por todos lados voluntades que conducen al mismo lugar. Ustedes recientemente le realizaron una entrevista a Eliécer Ávila, que me pareció un muchacho superinteligente. Vi la voz de una generación nueva, muy coherente en lo que dice. Yo creo y pienso como él, que todos los cambios que todos sabemos tienen que ocurrir a partir de lo ya hecho y creo que esa es la esperanza del pueblo. El pueblo no quiere hacer ningún tipo de ruptura, ningún tipo de negación, lo que quiere es una evolución, un desarrollo a partir de lo que ya está hecho, pero lo necesita para salir de este período de crisis y de sacrificio.

¿Considera que con esa "evolución" terminaría el sacrificio de todo este tiempo?
Pienso que el sacrificio no ha sido en vano. Si alguna certeza tenemos es que el sacrificio ha dado resultados, no en lo que somos, sino en lo que representamos para los demás pueblos, algo casi mesiánico como concepto. Pero creo que es hora también de que se empiece a pensar en el bienestar de la familia cubana, de la sociedad cubana, en el progreso. Para eso tienen que pasar muchas cosas, tiene que cambiar la política hacia Cuba, sobre todo de Estados Unidos. Pero creo que el pueblo cubano está preparado para asumir esos cambios que, además, están anunciados por el propio gobierno.

Antes que Raúl Castro fuera ratificado presidente, usted hizo algunos reclamos en el sector de la cultura, como "una mayor proyección del cine cubano, el aumento de la calidad de la programación de la televisión, la búsqueda de un mejor teatro". ¿Ve viable el cumplimiento de estas reclamaciones ahora mismo, o es algo para un futuro lejano?
La cultura es de los sectores dentro de la sociedad cubana que más posibilidades tiene y que más está haciendo en este momento. Creo que, tanto con la música como con el propio cine, a pesar de los problemas o los obstáculos que podamos tener, hay una dinámica en la cultura cubana que es vanguardia dentro de la propia sociedad y sigue siendo la vanguardia en relación a otros sectores.

Lo único que hay es que afianzar esos valores y pensar que todos estamos trabajando por un bien común, hacer consciente eso, y ganar espacio desde cualquiera de las manifestaciones de la propia cultura, tanto dentro de Cuba, como en la proyección de ese trabajo de los artistas.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Responden creadores de siete países a reclamo solidario de Perugorría

Más de 80 artistas de siete países han donado sus obras a la expoventa online Arte por arte, organizada por el actor y pintor cubano Jorge Perugorría, cuyos fondos se destinarán a la reconstrucción de la oriental ciudad de Gibara, según precisó Prensa Latina.

Sede del Festival Internacional de Cine Pobre, fundado en el 2003 por el recién fallecido cineasta Humberto Solás, Gibara, conocida como la Villa Blanca, fue devastada por el huracán Ike en septiembre último.

Desde una página digital habilitada al efecto, grabadores, pintores, escultores y fotógrafos respondieron a la iniciativa, entre ellos el uruguayo de origen alemán Luis Camnitzer, el mexicano Jesús Ochoa Gándara, el español Ximo Sánchez y el peruano Juan Aníbal Barrón Carranza. En el catálogo aparecen, hasta el momento, 62 pinturas, 22 grabados, 5 esculturas y 8 fotografías

Tabío estrena un "Bienvenido Mr. Marshall" a la cubana

www.publico.es

El cineasta cubano Juan Carlos Tabío, codirector de "Fresa y Chocolate", vuelve a reunir a los protagonistas de aquel filme en "El cuerno de la abundancia", una suerte de "¡Bienvenido Mr. Marshall!" a la cubana con el que hace un retrato coral y cómico de la Cuba actual.

"La España de la época pre Marshall tiene muchos puntos de contacto con la Cuba de hoy", explicó hoy Juan Carlos Tabío en la presentación en Madrid de su nueva película, un filme en el que "hay un homenaje y un guiño directo" a la película de Luis García Berlanga y en la que vuelven a reunirse, dentro de un extenso reparto, los actores Jorge Perugorría, Vladimir Cruz y Mirtha Ibarra.


De izq. a dcha., el actor Vladimir Cruz, la productora Mariela Besuievsky, los actores Jorge Perugorría y Mirtha Ibarra, el director cubano Juan Carlos Tabío y la actriz Yoima Valdés, durante la presentación hoy en Madrid de la película "El cuerno de la abundancia, una historia de la realidad contemporánea de Cuba. - EFE

En "El cuerno de la abundancia", Juan Carlos Tabío relata los estragos que provoca en Yaragüey, un pequeño pueblo cubano, la noticia de que todos los que se apelliden Castiñeiras podrán repartirse una herencia que unas monjas depositaron en un banco de Inglaterra en el siglo XVIII y que, con los intereses acumulados, se ha convertido en la jugosa cifra de 123.000 millones de dólares.

La película surge, según contó el director, de "hechos reales o supuestamente reales" ya que la posibilidad de este tipo de herencias ha estado "volando" en Cuba desde los años 40. "La realidad y la ficción son mundos paralelos", apuntó el cineasta.

A él le sirve ahora para hacer un retrato de las necesidades del día a día de los cubanos, en una historia en la que relata las miserias y sueños de estos aspirantes a herederos y su necesidad de aferrarse a un milagro que solucione sus problemas cotidianos.

"El arte es polisémico, no hay un discurso en una sola dirección", explicó el director mientras señaló que, aunque en el filme hay "referencias directas a la Cuba de hoy", Yaragüey, un nombre imaginario "como Macondo", es "un universo dentro de un pueblo pequeño" y, por tanto, su realidad extrapolable a cualquier lugar.

Porque, en su opinión "la vida espiritual está asentada en cosas muy reales" y "no se puede lograr la felicidad espiritual cuando a uno se le está cayendo la casa o no tiene un plato de arroz y fríjoles para comer".
Una idea que apuntaló el actor Vladimir Cruz al señalar que en su país "tantos años de crisis económica severa han influido en los valores de la gente" y que comparte Jorge Perrugorría quien señaló que la película es "una metáfora de la realidad" y muestra "un abanico de los sueños de la gente común".
Quince años después de codirigir con el fallecido Tomás Gutiérrez Alea "Fresa y chocolate", película que cosechó premios como el Oso de Plata del Festival de Berlín, el premio Goya español a la Mejor Película Extranjera de habla hispana 1995 o una candidatura al Oscar a la Mejor Película Extranjera, Tabío ha vuelto a reunir a los tres protagonistas de aquel filme que, según recordó hoy, abrió en cierto modo las puertas a la distribución internacional del cine cubano.

"El cuerno de la abundancia", una coproducción en la que participan diversas instituciones españolas, se estrenará el próximo día 24 en España y luego lo hará en otros catorce países, incluida Cuba.

domingo, 12 de octubre de 2008

Festival Vivamerica. Charla-encuentro-diálogo-conversación con los actores cubanos: Jorge Perugorría, Vladimir Cruz, Mirtha Ibarra y el director Juan Carlos Tabío


Jorge Perugorría, Vladimir Cruz, Alice de Andrade, Mirtha Ibarra, Juan Carlos Tabío
(foto Papagena)

El jueves tuvimos la suerte de presenciar (dentro del festival Vivamerica que se celebró esta semana en Madrid), una charla-encuentro-diálogo-conversación con los actores cubanos: Jorge Perugorría, Vladimir Cruz, Mirtha Ibarra y el director Juan Carlos Tabío, moderados por la realizadora brasileña Alice de Andrade. Risas, recuerdos, anécdotas y cine. Todos ellos estuvieron menos parlanchines de lo esperado, pero aún así el encuentro valió la pena. Tabío fue el que más habló de cine. Desde lo que cuesta poner en marcha una película, hasta su consideración de que la película es un vehículo de comunicación (o provocación), entre el director y el espectador, de manera que cada película se inicia de verdad en el momento en que el espectador se pone a verla, y cada película es distinta para cada espectador, porque nadie reacciona igual ni siente lo mismo. Reconoció entre los cineastas que admira y le inspiran a Buñuel y Berlanga. Del cine norteamericano le interesaron Altman y Bogdanovich, pero piensa que desde finales de los sesenta en Hollywood siempre se hace la misma película como si se trabajara en serie. También dijo entre sonrisas que el western y el bolero no se pueden tomar nunca en serio. Para los actores quedaron las anécdotas y los momentos más emotivos, como cuando todos ellos recordaron sus sensaciones la noche del estreno en La Habana de Fresa y Chocolate, película que cambiaria sus vidas y que supuso un antes y un después en el cine cubano y probablemente en todo el cine hispanoamericano. En definitiva, una estupenda velada hablando de cine a ritmo de son cubano.

martes, 30 de septiembre de 2008

Actor de “Fresa y Chocolate” busca en México ayuda a cubanos víctimas de Ike

LA HABANA (AFP) — El cubano Jorge Perugorría, famoso por su interpretación de un homosexual en el filme “Fresa y Chocolate”, abrirá el fin de semana en México una expoventa de arte con el fin de recaudar fondos para el pueblo de Gibara, devastado por el ciclón Ike, dijo el actor a la AFP en Cuba.

Las obras serán expuestas en la Galería Lamm de la capital mexicana y también “serán vendidas en una galería online llamada arteporcuba.com”, precisó Perugorría. Más de medio centenar de artistas de Estados Unidos, España, México y Venezuela, entre otros, ya ofrecieron pinturas a su iniciativa, añadió.

“Hay muchos artistas que están interesados en donar sus obras para ayudar a la reconstrucción de Gibara”, ubidado 770 km al noreste de La Habana y sede del Festival de Cine Pobre, declaró el actor en La Habana, antes de viajar el lunes a ese pueblo.
Ayudar a Gibara, devastado por los fuertes vientos e inundaciones provocadas por el huracán Ike, que barrió Cuba de punta a punta entre el 7 y el 9 de septiembre, será también una forma de rendir homenaje al recientemente fallecido Humberto Solás, creador del Festival de Cine Pobre, estimó Perugorría.

Antes de viajar a México, explicó que con su iniciativa pretende “rendir un homenaje a Humberto (Solás)”, fallecido de cáncer el 21 de septiembre a los 66 años. Y “mostrar nuestra solidaridad por este pueblo que él nos enseñó y nos enseñó a amar”, aseguró desde Gibara a la televisión cubana.

“Después de Tomás Gutiérrez Alea (realizador de “Fresa y Chocolate”), Humberto Solás fue el cineasta más grande que ha tenido este país”, manifestó en La Habana el actor, también director de cine y pintor.

En la premiada “Fresa y Chocolate” (1994), Perugorría interpretó a Diego, un joven cubano marginado por su homosexualidad, amante de la cultura de su país, que entabla amistad con David, ferviente comunista universitario que luego de superar sus prejuicios llega a comprenderlo. El filme estuvo nominado al Oscar a Mejor película extranjera en 1995.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Jorge Perugorría, el objeto del vacío


WENDY GUERRA

CRÓNICA DESDE LA HABANA
WENDY GUERRA

LA HABANA.- Releía en estos días a Margueritte Yourcenar, 'La invención de una vida de Josyane Savigneau', donde aparecen apuntes de la escritora de 'La visión del vacío' en Yukio Mishima. Su terrible y hermoso desenlace; aquel seppuku con el que entregó su vida sobre el lecho rojo y negro en un gesto desesperado para devolverle la condición de Dios a su emperador".

"O acaso nada de todo eso, sino simplemente el gran vacío azul-blanco que contempla al llegar su fin, el octogenario Honda, el juez de ojos perspicaces que es, al mismo tiempo y en el sentido enojoso del término, un 'voyeur'. Vacío resplandeciente como el cielo de verano que devora las cosas y, comparado con él, todo lo demás no es sino un desfile de sombras"• M.Y.

Dejé el libro sobre mi cama y salí a la exposición de tres artistas cubanos en una remodelada casona de El Vedado. El verano ardía, la luminosidad me impedía distinguir los fantasmas con los que tropezaba a mi paso. Vivo en una ciudad donde ya a pocos conozco.

Me detuve ante el abismo soleado, recordé que este trabajo de Perugorría se inició entre película y película de Steven Soderberg y Benicio del Toro: 'Guerrilla' y 'El Argentino'. Repasé incluso nuestra conversación telefónica en Madrid cuando nos despedimos y él me habló de su vértigo al emprender viaje, ese instante donde pierdes el espíritu colectivo y te transportas hacia tu otra postura creativa y solitaria.
Su tópico: el vacío de una generación que ha postergado los grandes temas en nombre de la supervivencia. El liviano arco de nuestras llanas conversaciones, el vacío de ciertas obras que no tratan de nada para evitar enrolarse en el todo. Las uniones nacidas en la contingencia, asidos a los que sobrevivimos hoy en una isla en fuga. El ascetismo de nuestros juicios. La incapacidad para entendernos en nuestras diferencias. El vacío de la virtud, de la fe, el vacío que sólo genera vacío.

Perugorría: El hombre expuesto. El hombre actuando situaciones ajenas. Reivindicándose luego en el arte de contar desde el arte. Lecho para peces en extinción.

"Los peces enfermos no van en la pecera" Moldeo peceras de miope de neófito me marcho la memoria seguía allí. Luis Felipe García Arce
Ante las instalaciones de Perugorría me viene a la mente un especial trío de artistas alemanes: West-Kippenberger-Kelley. Los tres trabajaban algo parecido al humor del artista, y aunque este doble sentido alemán se aleja en tono del cubano, todos ellos manejan tópicos decapitantes, directos y hasta riesgosos en cuanto a soluciones, materiales o zagas sociales. Estos tres mosqueteros, involucrados con los momentos más importantes del Minimal, del Arte Povera y del Arte Conceptual, se desligaron del arte post-conceptual porque no les ilusionaba nada demasiado formal o planeado.
Tampoco a Perugorría interesa ningún estilo o forma de expresión absoluta. Su trabajo viaja en soportes tan distintos como: Dibujos sobre guiones, óleo sobre tela, escultura sobre metal y cristal, peceras sobre tu cama, serigrafía sobre tela, murales sobre piedra, acrílico sobre cartulina. Los alemanes y el cubano han tratado con gran celo al individuo, y en ese juego de conceptos grupales, de ataque y contraataque se unen en medio de sociedades en franca construcción. Recordemos el trabajo de ese colectivo 'Los doce sofás'.

Esa acción acertaba en una línea de confrontación entre lo público y lo privado. Sobre esto Kelley dijo: "No se trata de pensar en una obra de arte en elevación, sino de aquella obra de arte que se pueda utilizar sin tanta conciencia de lo propiamente 'museable': "Por eso adoramos la obra de West. ¿Dónde están los limites de una colección privada, y dónde de un museo público?" En el caso del arte cubano, donde las casas terminan siendo el espacio 'publico-privado' expuesto por temas ideo estéticos-políticos-económicos se derivan en efectos colectivos que superan tanto al poder como la imaginación del autor.

Cuando me encontré en aquella casona de 'El Vedado' ante la cama roja y negra: lecho de muerte o deseo, nicho de peceras, descanso de reyes y guerreros, sudario de vírgenes perdidas en el vicio, con respaldar-muralístico de una consigna popular: ADELANTE, sentí turbación.

En efecto, adelante vamos para observar pequeñas peceras vacías, con fondos cristalinos que nos proyectan turbados por: 'La Broma' de buen gusto que pareciera registrar nuestros más íntimos pensamientos. ¿Han muerto ya los peces y se ha podrido nuestra cuota de agua para esa supervivencia suspendida en la espera?
¿Todos tuvimos o tendremos ese lugar de reposo? O acaso: ¿Todos sospechamos que existe ese aposento amenazador? Una cama donde postergar con sueño la realidad. Un objeto para aislarse entre cristales, como criaturas enfermas que escapan espantadas y se refugian en su cámara aséptica. Recostamos la cabeza y a culparse.

Nos saludamos, atravesamos entre máscaras traslúcidas nuestros ánimos y nuestras opiniones, protegiéndonos en ese retiro que algunos llaman la hora del sueño y otros la noche de pesadillas. Se recomienda, en estos casos, un cómodo objeto para vivir en el vacío.

En La Habana de los ochenta, tal vez, hubiesen censurado la exposición y cargado con este lecho repleto de peceras llenas de nada. ¿Por lograr amplificar conflictos poco visibles a nivel interno o externo o por intrusión en la intimidad de un minuto histórico en reposo? Simplemente el sensor no se quería ver en capilla ardiente.
¿En aquellos años la casona de El Vedado hubiese abierto sus puertas un 26 de julio a esta exposición colectiva de Ever Fonseca, Cuti y Jorge Perugorría? Es posible, pero en el interior velado, críticos y comisarios emprenderían una diatriba absurda concluyendo sólo en los créditos de un filme de Tomás Gutierre Alea.

Aquí se enlaza la trama de un espectador cautivo, lo arrastra el gesto movilizador del único artista visual cubano, capaz de actuar nuestro propio vacío ante el naturalidad de nuestras vidas, proyectadas en su obra más reciente.
Cierro el libro de la Yourcenar, una pastilla hace el efecto barbitúrico de encontrar un sueño mudo, abstenido e irresponsable. Me dejo ir alrededor de la cama traslúcida, allí viajan mis pies sin centro, mientras me rindo sobre el objeto y ciertos peces vivos muerden mis dedos inmóviles.

domingo, 6 de julio de 2008

Exposición de Pinturas en la Galería SIRANGA CONTEMPORÁNIA, Valencia, España.

Jorge Perugorría inaugura Exposición de Pinturas el 6 de Junio de 2008 en la Galería SIRANGA CONTEMPORÁNIA, Ciudad de Valencia, España. Sus obras se mantendrán expuestas y a la venta en esta galería hasta el 2 de Julio de este mismo año.


www.siranga.com

jueves, 15 de mayo de 2008

Jorge Perugorría es padrino de DREMAGO

Jorge Perugorría es padrino de DREMAGO, junto a Stephen Frears, Alain Corneau, Pete Lacaba y Guillermo Arriaga. El objetivo de DreamAgo es ayudar a desarrollar, apoyar y promocionar películas que marcan la diferencia, ya sean de nuevos o experimentados guionistas. Esta meta se consigue a través de dos etapas: Plume & Pellicule y Meet your Match.

jueves, 8 de mayo de 2008

El actor de Fresa y chocolate, homenajeado en Brasil por su trayectoria, protagoniza dos películas de Soderber


Jorge Perugorría recibió un homenaje por su carrera actoral en el Festival de Cine de Ceará. El actor cubano más reconocido en el ámbito internacional ya llegó a Hollywood y de la mano de Steven Soderbergh (Traffic, Erin Brockovich, La Gran Estafa) comienza su carrera norteamericana con El argentino y Guerrilla. Las películas tratan sobre la vida del revolucionario Ernesto "Che" Guevara, encarnado por Benicio Del Toro, e interpretada también por Franka Potente y Julia Ormond.

SÁBADO SHOW habló con él en la ciudad norteña. El actor exhibió una humildad espontánea, contestó con gracia y sonrió con los ojos en todo momento.

-Trabajaste bastante en teatro, televisión y actuaste en más de 40 películas. Tu vocación por la actuación ¿cómo y cuándo nació?
-Cuando era estudiante, fui a ver un grupo de teatro de la universidad, vi lo que hacían ellos y dije "yo quiero hacer eso". Como decimos nosotros: "se me metió el bichito dentro". Me encantó esa profesión y ahí me metí y empecé. Le dedique diez años de mi vida al teatro, antes de empezar a hacer televisión y cine.

-Fuiste homosexual en Fresa y chocolate, camionero en Guantanamera, un inmigrante en busca de su madre en Miel para Oshun. ¿Cómo es el proceso, para un actor, de ponerse en distintas pieles?
-Como actor, uno siempre anda buscando personajes interesantes. Sobre todo, personajes en los que hay que componer un carácter, crear algo. Disfruto mucho de ese placer que es la creación, que consiste tanto en confeccionar una tipología como meterte dentro de la piel de ese personaje y vivir la circunstancia a través de él. Entonces uno siempre busca ese tipo de trabajos. He tenido bastante suerte porque tuve la oportunidad de hacer personajes bien diferentes. Me gusta mucho ese juego de crear la diferencia entre uno y otro. No me considero un "actor de carácteres", que siempre impone su personalidad a los personajes. Bueno, uno después, como actor, tiene los recursos que siempre parten de la misma base, pero que varían según el proyecto, porque por mucho que uno haya estudiado o tenga determinado método, a la hora de trabajar y conformar cierto carácter, cada experiencia es diferente. Porque también se trata de un trabajo colectivo y depende del guión, director, circunstancias, el tiempo de que se dispone, que varían mucho. Por ejemplo, hay directores que les gusta centrarse en el trabajo con el actor, en profundidad, una investigación para ir armándolo; hay otros que les gusta más lo espontáneo. Entonces siempre es muy relativo el trabajo actoral de preparación, cada uno se va adaptando a cada proyecto. Lo más bonito de mi trabajo es la oportunidad que me brinda de crear diferentes seres humanos.

-¿Sos riguroso en la elección de los personajes?
-Sí, trato. En el cine que yo trabajo, cine latinoamericano, europeo, soy un privilegiado: tengo bastantes propuestas. Sin embargo, tampoco es que tenga tanto lugar donde escoger qué personajes hacer, por un tema de que en el cine son más los actores que los proyectos que hay, y muy buenos actores. Pero sí, trato de mantener un rigor dentro de las propuestas que me llegan, de seguir haciendo ese cine de autor, y mis decisiones se orientan en esa dirección.

-¿50% talento y 50% suerte?
-Hay tantos actores talentosos, pero buenos de verdad que no les llega su oportunidad. Mirá, yo hice mi primera película a los 27 años y pensaba eso: que no tenía suerte. ¡Diez años haciendo teatro! Nada de lo que me habían ofrecido era interesante. Y después no paré de trabajar, vinieron las oportunidades. Soy del concepto que el arte es trabajo. Lo fundamental es el trabajo, el rigor que uno tenga en su trabajo.

-¿En qué ámbito te sentís más cómodo?
-Ya me he dedicado al cine. El teatro lo veo como algo que está ahí, que en algún momento volveré y haré algo. Pero tengo que aprovechar porque las películas se acaban, de repente te llaman y de repente no te llaman más. Pero bueno, por ahora me siguen llamando (risas).

-Con tantos papeles interpretados, ¿recordás alguno que te haya atormentado?
-Más bien, creo que uno se atormenta con cada proceso creativo, a la hora de componer un personaje, porque uno tiene la presión de que eso quede bien. Recuerdo que un actor viejo de teatro me decía: "La diferencia entre cuando empecé mi carrera y ahora es que antes me ponía nervioso y se me notaba, ahora también me pongo nervioso pero no se me nota".

-¿Cuál es la película que más disfrutaste interpretar?
-El proyecto que más ha marcado mi carrera fue Fresa y chocolate. Sin duda, fue un punto de tiro en mi carrera y en mi vida. De ser un actor cubano que sólo tenía una proyección nacional, que aspiraba sólo a hacer películas locales, de pronto esa película no sólo significó interpretar un personaje maravilloso, trabajar con maestros del cine cubano como son Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Sabío, sino que además me abrió las puertas de otras cinematografías.

-¿Cómo maneja una persona de renombre local y fama internacional el tema de los egos?
-Mirá, en el caso de los que nos dedicamos a hacer este cine latinoamericano, de autor, no vivímos tanto el fenómeno mediático. El cine de autor es siempre un cine de minorías, que llega a los festivales, que lo ven una élite de ciudades... A pesar de que hago tantas películas, no tengo ese agobio que puede traer la fama y que pasa más con estrellas de televisión o de la industria de Hollywood. Lo llevo bastante limpio en mi caso: ando por las ciudades, los barrios, los pueblos y no me "molestan". Nadie se entera. Y como tengo la costumbre de caracterizar los personajes, pues la gente tampoco me conoce mucho. Y uno no va haciendo "ruido" por ahí tampoco.

-La identidad del cine latinoamericano, ¿cómo va?
-Mientras sigamos haciendo un cine nacional cada uno de nuestros países, eso no se va a perder. Porque contamos nuestras historias; no importa cómo las contemos, si pretendemos ser más modernos, más tradicionales, si tomando influencias del cine norteamericano o europeo... El hecho mismo, nada más, de hablar de nuestras historias, problemas, eso ya de por sí confiere la identidad. Es necesario mantener viva la idea de un cine nacional en cada uno de nuestros países para eso. De todas maneras, por mucho que intentemos hacer un cine cerca de la industria, no hay recurso para eso. Siempre vamos a terminar haciendo un cine de autor. Con mayor valor o menor valor, más o menos auténtico. Pero siempre con una identidad.

-Rodaste con Soderbergh dos películas sobre la figura mítica del "Che" Guevara...
-Sí, están por estrenarse. Yo interpreto el personaje de Vitalio Acuña, que fue un comandante cubano que estuvo al lado del "Che" desde su llegada a la tierra (Sierra Maestra) y que lo acompañó también en Bolivia. El estreno mundial es en Cannes y después se verá por Latinoamérica. Trabajar con Soderbergh... Es un genio, tiene una manera muy particular de hacer cine, una mirada de artista, muy personal, y es muy interesante haber tenido una experiencia con alguien así. Y bueno, Benicio del Toro es otro monstruo. De los mejores actores latinos que tenemos y ha sido una maravilla, para mí, verlo crear ese personaje, que le significó un gran reto. Seguramente, el más grande de su carrera, y creo que lo ha sacado adelante de forma airosa: un trabajo de composición, gestual, de manierismo, la cadencia y personalidad del "Che"... Pienso que ha hecho un trabajo que va a quedar para siempre en la historia del cine. También tengo otro proyecto: acabo de terminar una película con Juan Carlos Tabío (co-director de Fresa y chocolate y Guantanamera). Se llama El cuerno de la abundancia y es una comedia maravillosa sobre la realidad cubana.

-¿Cómo es recibir un homenaje a tu carrera a los 42 años?
-En España ya recibí un premio así y también en el Festival Latino de Nueva York. La verdad que es temprano para recibir este tipo de reconocimientos, porque generalmente vienen cuando uno tiene más años, una trayectoria ya hecha… Se están adelantando a ponerme viejo, parece, ¿no? Pero tengo que admitir que son 42 años pero más de 40 películas, o sea que debe ser por eso más que por otra cosa. Han sido años de intenso trabajo y este tipo de premios lo que hace es poder comprometer a uno mucho más con el trabajo que le queda por hacer.

En Fortaleza: Martín Cajal