viernes, 6 de marzo de 2015

La pared de las palabras: una película entre la luz y el dolor

Encuentro con el director Fernando Pérez y los actores Isabel Santos y Jorge Perugorría

Fernando Pérez es uno de los directores más respetados del cine cubano contemporáneo. Su más reciente película La pared de las palabras se estrena ahora nacionalmente. Antes solo se había proyectado en el Festival de Cine de La Habana en diciembre pasado.

Autor de cintas emblemáticas como Clandestinos, Hello Hemingway, Madagascar, José Martí: el ojo del canario, o Suite Habana, Fernando Pérez convocó a un pequeño grupo de periodista a un encuentro en el Centro Cultural Cinematográfico Fresa y Chocolate.

¿Si se le pidiera una breve síntesis? “La película es un drama familiar, como deviene disfuncional, pero también establece una asociación con su contexto, con la realidad”.

¿Cómo surgió el guión? “En mi caso, cada película surge de manera distinta. Esta vez porque Jorge Perugorría me llama y me dice que tiene una vecina, Zuzel Monné, quien había escrito un cuento y lo había convertido en guión. Él me propone dirigir la película si le permitía interpretar al personaje protagónico. Leí el guión, me interesó el tema —el cual nunca pensé tratar porque tenía mucho que ver conmigo y con experiencias personales— y ese fue el impulso. Trabajé entonces el guión final con Zuzel”.

Jorge Perugorría, quien da vida a Luis, el protagonista, y es uno de los productores, acotó que la historia está inspirada en un personaje real, un familiar de la co-guionista. “Así—respondió a la pregunta para esta pagina sobre su método actoral—fui construyendo mi personaje. Fue difícil, un reto. Yo soñaba con trabajar con Fernando y lo logré con un personaje complejo que él hizo más difícil. Ser dirigido por Fernando es una experiencia religiosa, por el rigor”.

Confesó Perugorría que fue todo un desafío, asumido por la total confianza que tiene en el director, lo cual le permitió quedar totalmente expuesto como actor. “La incomunicación es algo terrible. En el rodaje me pasaba con esa angustia.

Uno siente un personaje que va a caminar por el filo de la navaja. Busqué mucha información y luego ya tenía opciones en la cabeza sobre como caminar, mover las manos, todo ese manierismo y Fernando tiene gran talento para dirigir actores, tiene el sentido de ver donde está la verdad”.

Por la enfermedad su personaje tiene un deterioro físico acelerado y debió someterse a una dieta rigurosa. De principio a fin en el filme la coherencia de Perugorría en gestos y reacciones es perfecta.

Isabel Santos encarna a Elena, la madre del protagonista. Comenzó diciendo que ningún personaje se trabaja igual. “Antes de leer este guión le dije que si a Fernando y le pedí que me contara la película, necesitaba escuchar su historia.

Luego leí el guión de un tirón y me conmovió. La familia cubana ha pasado por todo. Esta situación es de la puerta para dentro. Para mi era un reto la edad, ser la madre de Pichi, pero tengo mucha confianza en Fernando. Lo construí a partir del mundo interior y exterior sin maquillaje, poco vestuario, una manera de caminar. El papel del acompañante es muy difícil. Ella ya no llora porque ha agotado el llanto. En este personaje tengo miedo del silencio de esa mujer. Sufrimos mucho en el rodaje en la Quinta Canaria, allí están los olvidados, los que muchos no quieren ver, pero es algo que hay que decir”.

Contó Isabel que el director le impuso un nuevo reto: sumergirse en las profundidades marinas, como años atrás la hizo sobrevolar la ciudad en un globo en La vida es silbar. “Tuve que aprender a bucear y las señas bajo el agua, pero lo mismo hizo él. Cuando lo vi. bajo el agua supe otra vez que es un director que te acompaña en todo y a ese director le dices si a todo”.

La familia disfuncional se completa con Verónica Lynn, la abuela, y Carlos Enrique Almirante, el hermano de Luis. “Cada uno tiene sus razones. Es complicado enfrentar una realidad así, y cada uno defiende su verdad”, apuntó el realizador.

Otro personaje es el de Laura de la Uz quien da vida a Orquídea. “Lo hizo a partir de referencias y visitas a distintos sanatorios y clínicas para estudiar el comportamiento de casos esquizofrénicos. Es el otro extremo, Luis no se expresa y Orquidea no cesa de hablar, aunque disociada”.

No quiero dejar de mencionar —dijo Fernando— los doce actores que interpretan a los pacientes: Por primera vez para mi no les entregué un guión. Ellos estuvieron investigando en la Quinta Canaria y fueron improvisando alrededor de los protagónicos. Está además la colaboración de Maritza Ortega, un síndrome down, a quien encontramos en la institución de La Castellana”.

¿La banda sonora? “La trabajé con Edesio Alejandro. No utilizamos música incidental que subraye la acción dramática, mas bien son sonoridades. Es una banda sonora que concebimos seca, desprovista de asideros sentimentales”.

¿Es La pared…una película sobre la incomunicación? “Pienso que tiene varios temas: el de la discapacidad, el dolor, los límites del sacrificio, el cómo una familia puede devenir disfuncional cuando uno de sus miembros es un discapacitado y cómo en el centro de todo eso está el conflicto de la comunicación humana. No quería hacer una película esperanzadora porque el dolor está ahí, pero está la siembra de una semilla por Luis, y también el cuadro del mar de noche que el personaje de Carlos Enrique Almirante lleva a la institución. Para mi es el balance de una película que se abre a la luz y al dolor. Detrás de cada personaje que sufre busco un equilibrio entre luz y sombra”.

El filme, de una hora y cuarenta y cinco minutos de metraje, fue rodado en locaciones de Santa Fé y en la Quinta Canaria. Tiene una exposición lineal y se aprecian los primeros y primerísimos planos que caracterizan al director.

El equipo de realización lo integran en el Guión Fernando Pérez, y Zuzel Monné; Producción General Jorge Perugorría, Camilo Vives; Fotografía: Raúl Pérez Ureta; Edición: Julia Yip; Sonido, Edesio Alejandro, Fernando Pérez y Dirección artística: Erick Grass

¿Expectativas? “Ahora es el verdadero estreno, no es un festival, empieza su camino ante el público. Cada película es única en sí misma y ésta por su carga de contenido requiere un estado de ánimo especial del espectador”.

Fundamental en La pared de las palabras del Premio Nacional de Cine 2007 Fernando Pérez es la sensibilidad al afrontar el tema de la incomunicación. Es una película que levanta emociones, crea una atmósfera.

Además del estreno nacional, el filme recorrerá otros festivales como el de Cine Global Dominicano y el Havana Film Festival de Nueva York.

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