lunes, 3 de octubre de 2011

La juventud cubana está dispuesta a cualquier riesgo

Madrid, 3 oct (DPA) - "La juventud cubana está dispuesta a correr cualquier tipo de riesgo por vivir nuevas experiencias y tener otra vida", asegura el veterano actor Jorge Perugorría (La Habana, 1965), que está en Madrid para presentar "Boleto al Paraíso", de Gerardo Chijona, una película que se estrenará en España el próximo 28 de octubre.
La máxima, que considera válida en la actualidad, es la temática de una cinta que cuenta una historia muy particular, basada en hechos reales: en la Cuba de 1993, inmersa en la decepción tras la caída del comunismo en Europa, un grupo de jóvenes desilusionados, sin perspectivas y con ganas de cambiar, deciden contagiarse con el virus del sida en busca de un "boleto al paraíso", la entrada en un sanatorio donde gozar de comodidades materiales que no tienen en la calle.

Perugorría se pone en la piel del doctor Rensoli, que estuvo al frente del sanatorio de Los Cocos, y que llevó a cabo una lucha a muerte contra la enfermedad en un país en que el brote del sida supuso una gran tragedia: primero, por la falta de medios para combatirla y segundo, por la libertad sexual que existe en la isla, explicó el actor en entrevista con dpa.

"En los primeros años, la pandemia se vivió con mucha ingenuidad y la decisión de estos jóvenes fue un acto extremo de rebeldía adolescente, sin tener conciencia de la gravedad de lo que hacían". Una actitud, que constituye una metáfora del ansia de libertad y vida diferente que sigue siendo una motivación de los jóvenes actualmente: "Los jóvenes de hoy día siguen dispuestos a correr riesgos para vivir otras vidas, quizá no pensando en contagiarse de vida, pero haciendo otras cosas, como salir del país".

Y es que en Cuba sigue habiendo muchos jóvenes con talento pero muy pocas oportunidades. Por eso, cree Perugorría, es bueno que se hagan películas de jóvenes, para dar oportunidades a nuevos actores, como Miriel Cejas o Héctor Medina, que interpretan a Eunice, una adolescente que huye de su pueblo escapando de los abusos de su padre y Alejandro, un joven víctima de maltratos que se dedica a robar farmacias.

La cinta, seleccionada para representar a Cuba en los Premios Goya del cine español, se estrenó en el festival de Sundance y ganó el premio a la mejor película del festival de cine de Málaga, entre otros galardones. Además acaba de hacerse con el premio del público en el festival de Biarritz.

"Boleto al paraíso" es un viaje físico y espiritual por la Cuba de comienzos de los 90, que no se despega de la tradición de compromiso con la realidad que ha guiado siempre al cine cubano, explica el actor. "Es una costumbre que iniciaron los grandes maestros como Tomás Gutiérrez Alea, Humberto Solás, Juan Carlos Tabío o Fernando Pérez y que continúan los jóvenes con su mirada de crítica". Y es que en el cine, opina, hay un mayor espacio de libertad que en otros medios, pero eso también hace que esa disciplina asuma un compromiso social más fuerte.

Una mayor libertad que ha sido también posible por el surgimiento de un movimiento independiente, impensable hace unos años, que hace películas fuera del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematografía (ICAIC), algo posibilitado por el auge de las nuevas tecnologías y facilitado por la crisis económica que hizo que el ICAIC viera reducidos sus recursos y subvenciones.

"Y eso ha hecho que naciera un cine independiente muy fuerte, que tiene el reto de sobrevivir sin ayudas, pero que por otra parte tiene muchísima más libertad porque no cuenta con el apoyo de un organismo del Estado", explica Perugorría.

Y es que "la libertad, considera, es una batalla a ganar en cada obra, en cada creación", pero es precisamente el arte un espacio que permite ir abriendo mentes y reductos de libertad. Y ése es el compromiso de Perugorría, que al contrario de lo que hicieron otros artistas, continúa viviendo en Cuba. "Vivir en Cuba es una motivación, inspiración y compromiso con la realidad cubana, es una fuente inagotable de temas y de historias, aunque falte el dinero. Y eso nos compromete mucho más aún".

El actor se siente comprometido, pero también un privilegiado por poder vivir en Cuba haciendo lo que le gusta. "He encontrado en Cuba lo que muchos buscan fuera, vivir del cine. Yo gozo de la libertad que me ha dado mi propio trabajo", explica.

Un trabajo, que le permitió forma parte de alguna manera de los pioneros del cambio en Cuba. "Todo el mundo, incluso el gobierno, es consciente ahora de que Cuba necesita transformaciones, pero el mundo del arte ya lo visualizó y cambió hace mucho tiempo".

Desde que Gutiérrez Alea comenzara en los 60 con su feroz crítica a la burocracia cubana "La muerte de un burócrata", seguida de obras como "Fresa y Chocolate" (1994) o "Guantanamera"(1995), dirigidas con Juan Carlos Tabío, marcó un camino de compromiso, crítica y lucha contra los intentos de influir por parte de los funcionarios del régimen en el arte, algo que sin embargo, cada vez es menos frecuente. "Cada obra es siempre una batalla a ganar, pero se puede hacer y se puede hacer dentro de Cuba. Ése es el reto".

Y en esa lucha, la película "Fresa y Chocolate" - protagonizada por el propio Perugorría-, que se hizo con un Goya y fue candidata a un Oscar, no marcó sólo un punto de inflexión en su carrera de cara a fuera, sino también sigue siendo una referencia interior, un canto a la tolerancia y la lucha por el respeto a las diferencias que no se ha ganado totalmente. "La televisión cubana la estrenó sólo hace dos o tres años, tras una larga batalla de los artistas", cuenta el actor.

Batallas, que sin embargo, deben llevarse a cabo en el interior de la isla, para posibilitar los cambios "desde dentro, porque es lo más sano y saludable".

Y en esa lucha personal y grupal, Perugorría ha encontrado otro instrumento paralelo a la actuación: las artes plásticas, la pintura y escultura, pero siempre, para hablar de lo mismo: la realidad cubana. "Para mí toda forma de arte es lo mismo, si no puedo hacer una película hago una exposición o una obra, que requieren menos recursos, pero sigo con los pies en la tierra".

Y del arte como instrumento de presión hablará en los próximos días en conferencias en el marco del festival VivaAmerica, que se celebra en Madrid del 4 al 9 de octubre.

Algo que se ha convertido en una pasión, para la que sigue encontrando un espacio pese a que no deja de hacer cine: Además de "Boleto al Paraíso" llegará pronto a España "Afinidades", que Perugorría protagoniza y dirige junto a Vladimir Cruz. Además, está terminando "Amor crónico" en la que aventura a la dirección en solitario y está a punto de estrenarse "Siete Días", siete cuentos realizados por siete directores diferentes en la protagoniza uno de ellos. En los próximos días presentará en Roma un documental sobre la ciudad cubana de Baracoa, que acaba de celebrar su 500 aniversario.