viernes, 7 de octubre de 2011

En Cuba la gente no se come tanto el coco con el tema del sexo

Roma, 7 oct (EFE).- El actor cubano Jorge Perugorría ha considerado en una entrevista con Efe que la sexualidad en Cuba no se vive con sentimiento de culpa, como ocurre en los países influidos "por la Iglesia católica", se vive en plena libertad y "la gente no se come tanto el coco".
Perugorría (La Habana, 1965) presenta hoy en la II Exposición de Cine Iberoamericano de Roma la película "Afinidades" (2010), un drama con implicaciones psicológicas y sexuales en el que dos parejas se lanzan al intercambio de sexo con consecuencias imprevisibles.

"Afinidades" está dirigida por el héroe de los ojos azules de "Fresa y Chocolate" (Perugorría) y por su compañero de reparto, Vladimir Cruz, y además ambos actúan en ella como protagonistas masculinos junto a las actrices Cuca Escribano (española) y Gabriela Grifftih (cubana).

La película, basada en la novela "Música de Cámara" de Reinaldo Montero, se desarrolla en "un lugar idílico", la Laguna del Tesoro de Guamá, al este de La Habana, donde van a pasar un fin de semana dos ejecutivos cuarentones con sus respectivas compañeras con el objetivo de concederse una transgresión sexual.

"La novela era muy fuerte y su carga erótica era todavía mayor que la que hay en la película", refiere.

A Cruz y Perugorría les pareció interesante la historia con cuatro personajes, y además por "afrontar el reto de colocarse detrás y delante de la cámara", explica el actor.

A través de estos personajes quisieron hablar "de la manipulación del poder" y también "meterse en su sicología, que traspasaran los límites y mostrar el precio que hay que pagar por ello".

Perugorría viene de Madrid, donde ha presentado el filme "Boleto al Paraíso", de Gerrado Chijona, que narra una historia real de los años 90 de unos jóvenes desilusionados cubanos que deciden contagiarse el virus del sida en busca del paraíso, que no es sino el ingreso en un hospital para disfrutar de las comodidades que no hay en las calles cubanas.

En "Boleto al Paraíso", Perugorría se pone en el papel de médico del sanatorio.

Cuando se le inquiere sobre la insistencia en el trasfondo sexual de las películas que ha interpretado o dirigido, Perugorria contesta que los filmes cubanos "tienen esa carga erótica porque responden a la realidad cubana, porque el erotismo y la sensualidad es parte de la idiosincrasia del cubano".

"En Cuba se vive la sexualidad sin ese sentido de culpa que da la Iglesia católica. En eso sentido, Cuba tiene muchas libertades y eso que es un pueblo católico -subraya-, pero nos formamos desde jóvenes con muchas libertades en ese sentido, sí".

Además de sexo, el actor cubano considera que en el cine cubano, y en otras artes, "hay mayor espacio para la libertad y para la crítica social" y cita la película "La muerte de un burócrata" (1966) de Tomás Gutierrez Alea, que -según él- pone en solfa a la burocracia cubana.

"El cine cubano se ha inspirado en la realidad cubana en todas sus contradicciones, en su complejidad. No ha sido un cine panfletario, no ha edulcorado la realidad. Ha mirado con profundidad esa realidad", insiste.

Y habla del cine independiente, el que "hacen ahora los muchachos" sin necesidad de pasar por el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC).

Además de "Afinidades", que ya ha sido prestando en varios festivales cinematográficos, Perugorria asistirá el martes en Roma a la proyección de su documental "La más cosa más hermosa del mundo" sobre la primera población fundada en Cuba por los colonizadores, "Villa Baracoa", en el noreste de isla y de cuya fundación por el español Diego Velázquez se cumplen ahora 500 años.

Es un sitio muy particular "con unos paisajes hermosísimos" -afirma-, "pero siempre se ha dicho de Baracoa 'la Cenicienta', por su difícil acceso y porque parece que se ha detenido en el tiempo en ella. De hecho, la expresión de Colón al verla: 'La cosa más hermosa del mundo' es la que le di como título".

"Cuando fui a rodar el documental -concluye- me encontré que\'la cosa más hermosa del mundo' era no sólo paisaje, sino también su gente muy sencilla y muy humilde, pero que ha aprendido algo que es una lección para todos los europeos, que es vivir en armonía con la naturaleza".