Madrid, 3 oct (DPA) - "La juventud cubana está dispuesta a
correr cualquier tipo de riesgo por vivir nuevas experiencias y tener
otra vida", asegura el veterano actor Jorge Perugorría (La Habana,
1965), que está en Madrid para presentar "Boleto al Paraíso", de Gerardo
Chijona, una película que se estrenará en España el próximo 28 de
octubre.
La máxima, que considera válida en la actualidad, es la temática de
una cinta que cuenta una historia muy particular, basada en hechos
reales: en la Cuba de 1993, inmersa en la decepción tras la caída del
comunismo en Europa, un grupo de jóvenes desilusionados, sin
perspectivas y con ganas de cambiar, deciden contagiarse con el virus
del sida en busca de un "boleto al paraíso", la entrada en un sanatorio
donde gozar de comodidades materiales que no tienen en la calle.
Perugorría
se pone en la piel del doctor Rensoli, que estuvo al frente del
sanatorio de Los Cocos, y que llevó a cabo una lucha a muerte contra la
enfermedad en un país en que el brote del sida supuso una gran tragedia:
primero, por la falta de medios para combatirla y segundo, por la
libertad sexual que existe en la isla, explicó el actor en entrevista
con dpa.
"En los primeros años, la pandemia se vivió con mucha
ingenuidad y la decisión de estos jóvenes fue un acto extremo de
rebeldía adolescente, sin tener conciencia de la gravedad de lo que
hacían". Una actitud, que constituye una metáfora del ansia de libertad y
vida diferente que sigue siendo una motivación de los jóvenes
actualmente: "Los jóvenes de hoy día siguen dispuestos a correr riesgos
para vivir otras vidas, quizá no pensando en contagiarse de vida, pero
haciendo otras cosas, como salir del país".
Y es que en Cuba
sigue habiendo muchos jóvenes con talento pero muy pocas oportunidades.
Por eso, cree Perugorría, es bueno que se hagan películas de jóvenes,
para dar oportunidades a nuevos actores, como Miriel Cejas o Héctor
Medina, que interpretan a Eunice, una adolescente que huye de su pueblo
escapando de los abusos de su padre y Alejandro, un joven víctima de
maltratos que se dedica a robar farmacias.
La cinta, seleccionada
para representar a Cuba en los Premios Goya del cine español, se
estrenó en el festival de Sundance y ganó el premio a la mejor película
del festival de cine de Málaga, entre otros galardones. Además acaba de
hacerse con el premio del público en el festival de Biarritz.
"Boleto
al paraíso" es un viaje físico y espiritual por la Cuba de comienzos de
los 90, que no se despega de la tradición de compromiso con la realidad
que ha guiado siempre al cine cubano, explica el actor. "Es una
costumbre que iniciaron los grandes maestros como Tomás Gutiérrez Alea,
Humberto Solás, Juan Carlos Tabío o Fernando Pérez y que continúan los
jóvenes con su mirada de crítica". Y es que en el cine, opina, hay un
mayor espacio de libertad que en otros medios, pero eso también hace que
esa disciplina asuma un compromiso social más fuerte.
Una mayor
libertad que ha sido también posible por el surgimiento de un movimiento
independiente, impensable hace unos años, que hace películas fuera del
Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematografía (ICAIC), algo
posibilitado por el auge de las nuevas tecnologías y facilitado por la
crisis económica que hizo que el ICAIC viera reducidos sus recursos y
subvenciones.
"Y eso ha hecho que naciera un cine independiente
muy fuerte, que tiene el reto de sobrevivir sin ayudas, pero que por
otra parte tiene muchísima más libertad porque no cuenta con el apoyo de
un organismo del Estado", explica Perugorría.
Y es que "la
libertad, considera, es una batalla a ganar en cada obra, en cada
creación", pero es precisamente el arte un espacio que permite ir
abriendo mentes y reductos de libertad. Y ése es el compromiso de
Perugorría, que al contrario de lo que hicieron otros artistas, continúa
viviendo en Cuba. "Vivir en Cuba es una motivación, inspiración y
compromiso con la realidad cubana, es una fuente inagotable de temas y
de historias, aunque falte el dinero. Y eso nos compromete mucho más
aún".
El actor se siente comprometido, pero también un
privilegiado por poder vivir en Cuba haciendo lo que le gusta. "He
encontrado en Cuba lo que muchos buscan fuera, vivir del cine. Yo gozo
de la libertad que me ha dado mi propio trabajo", explica.
Un
trabajo, que le permitió forma parte de alguna manera de los pioneros
del cambio en Cuba. "Todo el mundo, incluso el gobierno, es consciente
ahora de que Cuba necesita transformaciones, pero el mundo del arte ya
lo visualizó y cambió hace mucho tiempo".
Desde que Gutiérrez
Alea comenzara en los 60 con su feroz crítica a la burocracia cubana "La
muerte de un burócrata", seguida de obras como "Fresa y Chocolate"
(1994) o "Guantanamera"(1995), dirigidas con Juan Carlos Tabío, marcó un
camino de compromiso, crítica y lucha contra los intentos de influir
por parte de los funcionarios del régimen en el arte, algo que sin
embargo, cada vez es menos frecuente. "Cada obra es siempre una batalla a
ganar, pero se puede hacer y se puede hacer dentro de Cuba. Ése es el
reto".
Y en esa lucha, la película "Fresa y Chocolate" -
protagonizada por el propio Perugorría-, que se hizo con un Goya y fue
candidata a un Oscar, no marcó sólo un punto de inflexión en su carrera
de cara a fuera, sino también sigue siendo una referencia interior, un
canto a la tolerancia y la lucha por el respeto a las diferencias que no
se ha ganado totalmente. "La televisión cubana la estrenó sólo hace dos
o tres años, tras una larga batalla de los artistas", cuenta el actor.
Batallas,
que sin embargo, deben llevarse a cabo en el interior de la isla, para
posibilitar los cambios "desde dentro, porque es lo más sano y
saludable".
Y en esa lucha personal y grupal, Perugorría ha
encontrado otro instrumento paralelo a la actuación: las artes
plásticas, la pintura y escultura, pero siempre, para hablar de lo
mismo: la realidad cubana. "Para mí toda forma de arte es lo mismo, si
no puedo hacer una película hago una exposición o una obra, que
requieren menos recursos, pero sigo con los pies en la tierra".
Y
del arte como instrumento de presión hablará en los próximos días en
conferencias en el marco del festival VivaAmerica, que se celebra en
Madrid del 4 al 9 de octubre.
Algo que se ha convertido en una
pasión, para la que sigue encontrando un espacio pese a que no deja de
hacer cine: Además de "Boleto al Paraíso" llegará pronto a España
"Afinidades", que Perugorría protagoniza y dirige junto a Vladimir Cruz.
Además, está terminando "Amor crónico" en la que aventura a la
dirección en solitario y está a punto de estrenarse "Siete Días", siete
cuentos realizados por siete directores diferentes en la protagoniza uno
de ellos. En los próximos días presentará en Roma un documental sobre
la ciudad cubana de Baracoa, que acaba de celebrar su 500 aniversario.