Por Lirians Gordillo Piña
Marilyn Solaya, directora de varios documentales -entre ellos el multipremiado En el cuerpo equivocado- se encuentra preparando su primer largo de ficción Vestido de novia, filme que da continuidad a varios temas y problemáticas que sobre el género y la diversidad sexual interesan a la realizadora.
Solaya adelantó a Mujeres algunos de los detalles de la película y conversó sobre las dificultades y resistencias que deben sortear las cineastas en el país.
Marilyn, en otras ocasiones has afirmado que Vestido de novia, da continuidad a ciertas temáticas que se esbozan en el documental En el cuerpo equivocado. ¿Qué problemáticas y realidades recreas en la ficción?
La película comenzó con la idea de profundizar mucho más en el personaje real del documental, la primera persona transexual reasignada en Cuba. Pero en el camino, durante todo el proceso de investigación y también por todo lo sucedido con el documental, me di cuenta de que el protagonista de la historia no sería Mabi, sino el contexto social, familiar y emocional en el que vive una persona transexual.
¿Por qué una persona no puede vivir plenamente desde la identidad sexual y de género que decida asumir, amén de todos los factores biológicos y culturales que inciden?¿Qué hay detrás de todos esos procesos? Esas son cuestiones que me desvelan y que provocan esta película, por eso será el contexto el verdadero protagonista.
Para ello desarrollo el filme durante el año 1994 cuando existía en Cuba una crisis social y económica muy grande. Los personajes a pesar de todo intentan ser felices. En el filme aparecen dos personas transexuales, una ya operada y otras en espera de la reasignación sexual. Me interesaba abordar los conflictos de estas dos mujeres y el entorno. En 1988 fue la primera operación de reasignación sexual en la Isla y veinte años después, en 2008 fue que pudo reanudarse este procedimiento, durante dos décadas las personas transexuales quedaron en espera de una operación que para muchas es fundamental.
Con la historia de estas dos mujeres transexuales quiero mostrar ambas caras de la moneda. La que fue operada decide continuar con su vida y no contarle a su marido que en el pasado ella tuvo genitales de varón, a partir de allí se aborda también todo lo que significa ser mujer en esta sociedad machista y patriarcal. Comienza a vivir para los otros, a cuidar a los padres enfermos, al marido que es el héroe en el trabajo y en un punto de giro ella se plantea todas estas cuestiones y todo lo que ha dejado y ha sacrificado. ¡Cómo puede ser mujer sin morir en el intento!
Por otra parte, me pareció interesante contar todo lo que hay también reprimido detrás de un grupo de hombres que existen y que por la discriminación social llegan incluso a tener toda una vida paralela, tienen hijos y engañan a sus familias, porque socialmente tienen que cumplir con esos “requisitos”.
¿Qué oportunidades te brinda la ficción que no puedes explotar en el documental?
Primero que todo el documental exige un compromiso y una ética hacia tu personaje, que es una persona real con una vida, por eso hay que tener mucho cuidado con lo que se lleva a la pantalla porque eso puede tener repercusiones serias.
La ficción me permite trabajar un poco otros aspectos, preguntas, problemáticas, cuestiones, historias que surgen del documental. Por eso en Vestido de novia, también va a tener un papel fundamental el esposo de la protagonista.
¿Alguien se ha preguntado qué pasa con un macho varón masculino cubano que se entera que está casado con una mujer que nació con genitales masculinos? ¿Qué pasa con ese hombre, cómo procesa toda esa información, cómo influye en su vida privada y profesional el estar casado con una mujer transexual? ¿Siendo el líder de un grupo qué sucede cuando se enteran sus compañeros de trabajo?
Me interesa mucho abordar todo el tema de las masculinidades porque siento que en muchas ocasiones cuando se habla de género solo se abordan las problemáticas de la mujer.
Estos temas realmente me apasionan. Desde que comencé a estudiar teatro, siempre me relacioné y tuve muchos amigos que debieron asumir una doble vida con el afán de encajar socialmente. Y los que se atrevían a no disimular tuvieron que pasar por momentos muy desagradables y enfrentarse a todo tipo de vejaciones. Por eso mi interés de siempre por abordar estos temas. Hay que mirar a las personas por sus valores y no por su orientación sexual y/o identidad de género.
Para la película necesitarás un elenco actoral que defienda con fuerza las complejidades de cada personaje. ¿Ya cuentas con algún actor o actriz en específico?
Si, Laura de la Uz va a ser Rosa Elena, la protagonista trans y Luis Alberto García asumirá el papel del esposo. La película aborda una etapa en la que estos dos personajes como pareja ya buscan consolidar su relación ella tiene unos cuarenta años y él cincuenta, es en este momento en el que se desata el conflicto. El reto será ver como superan o no la revelación de la transexualidad de Rosa Elena. Isabel Santos interpretará s la transexual que busca por todos los medios acceder a la operación y también van a participar Mario Guerra y Jorge Perrugorría asumirá un personaje muy especial y polémico.
¿Veo que los personajes transexuales serán interpretados por dos actrices, por qué?
También alguien me preguntaba sobre eso. Justamente mi intención es que el público las vea como tal, como mujeres, porque es así que estas personas se sienten y es así como quieren ser vistas. Quiero que el público se identifique con ellas y se pongan en su lugar, comprendan lo doloroso de todos los procesos, lo triste de todas las humillaciones. Que digan ¡por qué le hacen eso sin son mujeres!, quiero aprovechar ese imaginario simbólico de que una mujer tiene que ser muy femenina, aprovechar el estereotipo para superar las resistencias. Por eso dos actrices.
Marilyn en Cuba solo tres directoras han podido hacer un largometraje de ficción. En tu caso, has logrado transitar por ese fragoso camino y te encaminas hacia un final feliz. A partir de tu experiencia, qué le recomiendas a las jóvenes generaciones de directoras.
Lo primero es tener pasión por lo que una hace. Porque realmente el camino no es nada fácil, no solamente para las mujeres sino para toda una generación joven. Llevar a feliz término estos proyectos dentro de la industria es complejo. Para nosotras como realizadoras es doblemente difícil, y una tiene que tener muy claro lo que quiere y organizarse muy bien. En mi caso soy cabeza de familia, y realmente no están creadas las condiciones, instituciones, mecanismos y opciones para que una mujer que ha demostrado sus potencialidades y que está a punto de encaminar un proyecto dentro de la industria cinematográfica, tenga el apoyo necesario para explotar toda su fuerza creativa. Por eso hay que tener fuerza y luchar por las oportunidades, porque confío plenamente en el talento de las cineastas cubanas.
Fuente: www.mujeres.co.cu. Revista Mujeres. Publicación semanal de las mujeres cubanas.