lunes, 27 de febrero de 2012
Jorge Perugorría es jurado del Festival de Cine de Cartagena de Indias, Colombia.
El 52° Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias (FICCI), a celebrarse del 23 al 29 de febrero en Colombia, anunció los integrantes de los diferentes jurados que se encargarán de otorgar las Indias Catalina. En ellos se incluye la realizadora francesa Claire Denis –que será también centro de una retrospectiva-, el director argentino-brasileño Héctor Babenco y el actor y director cubano Jorge Perugorría.
Jorge Perugorría es jurado oficial de cortometrajes de la 52 edición del Festival de Cine de Cartagena de Indias, Colombia.
Etiquetas:
Festivales,
Noticias
Culminó el 21 de enero de 2012 el rodaje de su última película que lleva como título “SE VENDE”
Jorge Perugorría culminó el 21
de enero de 2012 el rodaje de su última película que lleva como título “SE
VENDE”, una comedia de humor negro escrita y dirigida por él, que dedica a sus
maestros en el Cine, Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. Esta película cuenta
con un elenco de jóvenes talentos Dailenys Fuentes, Yuliet Cruz y devuelve a la
pantalla a grandes actores del cine cubano: Salvador Wood, Raúl Pomares, Mario
Balmaseda, Mirtha Ibarra, Coralia Veloz y Patricio Wood. La banda sonora estará
a cargo de Andrés Levin con la actuación especial de Juan Formell y los Van Van
que interpretarán un tema compuesto especialmente para esta historia.
Producida por NMP INTERNATIONAL
S.A. y el INSTITUTO CUBANO DE ARTE E INDUSTRIA CINEMATOGRÁFICA (ICAIC) esta
película estará lista para mediados de este año.
Presentaran, el 27 de marzo, la película musical “AMOR CRÓNICO”
Jorge Perugorría como director y Andrés Levin como productor musical, presentaran el 27 de marzo, en homenaje al aniversario del ICAIC, la película musical “ AMOR CRÓNICO”. Realizada durante la gira por Cuba de la cantante cubana, residente en New York, Cucu Diamantes, donde se mezclan realidad y ficción, el drama y la comedia. La presentación se realizará en la Sala Charles Chaplin y el acceso a la misma será por invitación.
Ficha Técnica del Film
Guión y Dirección : Jorge Perugorria
Producida por Andres Levin y Sarah Green
Protagonistas: Cucu Diamantes, Adela Legra, Liosky Clavero, Andres Levin, Jorge Perugorria, Nestor Jimenez, Enrique Molina, Mirtha Ibarra, Mario Limonta, Carlos Acosta, Wendy Guerra, Laura De La Uz, Albertico Pujols, Luis Alberto Garcia, Andros Perugorria , Broselianda Hernandez, Muñequitos de Matanzas, Alexander Abreu y Samuel Formel.
Música: Andres Levin
Fotografía: Ernesto Granados
Diseño de banda sonora: Osmany Olivare
Jefe de Producción: Francisco Alvarez
Edición: Alejandro Valera y Manuel Iglesias
Asistentes de dirección: Robert Viña, Elsa Maria Lafuente
Casting: Libia Batista
Escenografía: Agustin Bejarano
Productoras: Neo Cuba Films y Music has no Enemies en asociación con Santa Fe Pictures
Ficha Técnica del Film
Guión y Dirección : Jorge Perugorria
Producida por Andres Levin y Sarah Green
Protagonistas: Cucu Diamantes, Adela Legra, Liosky Clavero, Andres Levin, Jorge Perugorria, Nestor Jimenez, Enrique Molina, Mirtha Ibarra, Mario Limonta, Carlos Acosta, Wendy Guerra, Laura De La Uz, Albertico Pujols, Luis Alberto Garcia, Andros Perugorria , Broselianda Hernandez, Muñequitos de Matanzas, Alexander Abreu y Samuel Formel.
Música: Andres Levin
Fotografía: Ernesto Granados
Diseño de banda sonora: Osmany Olivare
Jefe de Producción: Francisco Alvarez
Edición: Alejandro Valera y Manuel Iglesias
Asistentes de dirección: Robert Viña, Elsa Maria Lafuente
Casting: Libia Batista
Escenografía: Agustin Bejarano
Productoras: Neo Cuba Films y Music has no Enemies en asociación con Santa Fe Pictures
Se estrena el 12 de marzo en Argentina, la serie LYNCH
Se estrena el 12 de marzo en
Argentina, la serie de 13 capítulos,
LYNCH, producida por FOXTELECOMOBIA, Jorge Perugorría protagoniza esta serie
junto a la cantante y actriz uruguayo-argentina, Natalia Oriero.
Etiquetas:
Noticias,
Series,
Televisión
“LA PARED DE LAS PALABRAS”
Jorge
Perugorría se prepara para su próximo reto como actor, se trata de “LA PARED DE
LAS PALABRAS”, una película escrita por Zuzel Monné, bajo la dirección de
Fernando Pérez, se comenzará a rodar a finales de abril en La Habana
viernes, 24 de febrero de 2012
“Ahora los jóvenes tienen más espacios para hacer cine”
CULTURA › JORGE PERUGORRÍA HABLA DE CINE, TELEVISIÓN Y LA
ACTUALIDAD CUBANA
El protagonista de Fresa y chocolate presenta una serie de
TV que estrenará en marzo, junto a Natalia Oreiro, donde prima el humor negro.
Y a raíz de su compromiso con el cine cubano reflexiona sobre la realidad de la
isla y su apertura cultural.
Por Oscar Ranzani
“Hay mucha gente que necesita amor, gente que necesita
reconocimiento y hay gente que necesita morirse. Y esa gente es la que atiende
Lynch en su funeraria.” La frase jocosa y, a la vez macabra, la pronuncia el
actor más famoso de Cuba, Jorge Perugorría –el coprotagonista de Fresa y
chocolate–, para definir a su personaje, Jerónimo Lynch, el empresario que
representará en la serie Lynch que la señal televisiva Moviecity estrenará en
marzo.
Pichi Perugorría compone al dueño de la funeraria El Descanso Eterno que
se dedica al, “negocio” de armar muertes y entierros falsos para personas en
problemas que necesitan tener una nueva identidad. “Es un hombre común que, de
pronto, por la circunstancia en la que se encuentra con su familia y su
funeraria, entra en este `negocio’, pero es alguien que se levanta todos los
días a la misma hora, se viste igual que cualquiera, come lo mismo que
cualquier otro”, justifica el actor a su personaje. Tras catorce años de haber
sido abandonado por Isabel (Natalia Oreiro), su mujer, Lynch se reencuentra con
ella cuando acude a la funeraria, herida y asustada y con la necesidad de
cambiar su identidad, pidiendo “muerte” y “resurrección”. Pero las cosas no
serán tan fáciles, especialmente porque Isabel no sólo abandonó a Jerónimo
Lynch sino también al hijo de la pareja que, por ese entonces, era un bebé.
“Después de haber sido abandonado por Isabel, Lynch ha
asumido el rol de padre soltero”, comenta Perugorría. “Lleva varios años con su
hijo hasta que ella aparece. Durante todo este tiempo, el paradero de su esposa
fue realmente un misterio. Y él ha dedicado su vida a criar a su hijo tratando
de darle una buena educación. Y esa sobreprotección que ejerce Lynch sobre su
hijo incluso ha creado una rebeldía en el propio niño. Hasta el momento en que
regresa Isabel, quien le propone la solución a los problemas económicos que él
tiene en la funeraria. Y a él no le queda más remedio que aceptar. Y termina
dedicándose a este ‘negocio’”, agrega Perugorría.
¿Es una serie donde prevalece el humor negro a partir de
situaciones macabras?
Sí, la serie tiene un tono de humor negro. Incluso, hasta
de sátira por momentos. Y también tiene momentos surrealistas por el negocio en
el que está involucrada esta gente.
¿Cómo fue el trabajo con Natalia Oreiro?
Natalia es una actriz maravillosa. Fue un honor poder
trabajar con ella. Es una actriz de mucha experiencia, con mucha fuerza y con
un sentido muy particular para la comedia. Le imprime al personaje que
interpreta todas esas características que menciono. Y sobre todo, en los
momentos de comedia realmente está divina.
¿Cómo se sintió volviendo a trabajar en televisión?
Hacía dieciocho años que yo no regresaba a la televisión,
pero las cosas han cambiado mucho. Tanto por la calidad de los guiones como por
la calidad a nivel técnico de los equipos de profesionales que ha aumentado
mucho. Esta serie está hecha con una calidad como si se estuviera haciendo
cine.
Usted ha construido también una carrera cruzando las
fronteras de Cuba como, por ejemplo, el caso de España. ¿Qué lo motiva a seguir
actuando en su país? ¿Tiene que ver con sus principios y su compromiso con su
tierra?
Tiene que ver con un poco de todo eso. Yo sigo vinculado
con el cine cubano fundamentalmente, aunque estos años he trabajando en
Latinoamérica y en España particularmente. Pero nunca he perdido mi vínculo con
el cine cubano y, de hecho, sigo viviendo y trabajando en mi país.
¿El cine cubano es el que más disfruta para trabajar?
Sí, porque en el caso nuestro es un cine que tiene una
mirada y un compromiso con la realidad cubana. Y entonces eso también me
compromete a mí. Y uno siente que no sólo está haciendo películas para
disfrutar sino también se siente con la responsabilidad de estar diciendo algo
que la gente necesita oír.
En la última edición del Festival de La Habana se estrenó
Juan de los muertos, dirigida por Alejandro Brugués que, si bien se presenta
como “la primera película cubana de zombies”, tiene una fuerte carga de crítica
social. La impresión que se lleva un extranjero es que en el cine cubano hay
espacio para la libertad y la crítica social, algo que contrarresta los
constantes ataques de la derecha a este aspecto.
¿Usted cómo lo observa?
Desde siempre el cine cubano ha tenido esa libertad de
pensamiento. Ha sido un cine comprometido con la realidad y ha tenido una
mirada crítica hacia la realidad. Y Juan de los muertos es una continuación con
gente más joven. Es una película de género que la hace muy particular dentro
del cine cubano, sobre todo por el tema de los zombies. Pero mantiene esa
mirada hacia la realidad. Y yo creo que es una continuidad.
¿Cree que el cine cubano está subestimado en el exterior?
Pienso que a partir de Fresa y chocolate se rompió un poco
esa imagen que se tenía del cine cubano. La gente decía: “¿Pero ustedes
hicieron esa película en Cuba? ¿Y en Cuba se puede hacer un cine así, que hable
de cosas tan profundas como la tolerancia, el respeto a la diferencia?”. A
mucha gente le parecía imposible y no sabía que el propio Tomás Gutiérrez Alea
–que fue uno de los directores de Fresa y chocolate–, en los años ’60 había
hecho Muerte de un burócrata, que era una película sobre la burocracia. También
hizo Memorias del subdesarollo. El cine cubano ha tenido esa continuidad desde
un principio. Y para nosotros fue una sorpresa que la gente lo haya descubierto
al final.
Visto a la distancia, entonces, Fresa y chocolate le
permitió al cine cubano adquirir mayor proyección internacional, ¿no?
Sin duda. Fue la película que comenzó esa proyección
internacional. Hasta ese momento, el cine cubano se quedaba solamente en los
festivales o en Semanas de Cine de arte. Y Fresa y chocolate fue la primera
película que tuvo un estreno comercial en todas partes del mundo.
Y también abrió el debate sobre la homosexualidad en
Cuba...
De alguna manera, yo creo que ha contribuido al respeto a
la diferencia. Hoy en día, es una película que marcó un cambio en ese sentido.
Y no lo pienso sólo por el tema de los homosexuales, sino que también es un
canto a la tolerancia de todos los que son diferentes.
¿El compromiso con la realidad que han tenido grandes
maestros como Gutiérrez Alea, Humberto Solás, Juan Carlos Tabío y Fernando
Pérez se mantiene vigente en las nuevas generaciones de cineastas?
Sí, ese camino está bien trazado. Ahora los jóvenes tienen
otras maneras, muchos más espacios para hacer, incluso, cine de género. Pero
siempre va a estar marcado ese compromiso con la realidad cubana.
Siendo un actor era de suponer que como cineasta le
interesaría la ficción antes que nada, pero, ¿por qué comenzó con el
documental?
Soy un gran admirador de la música cubana. Entonces, lo
primero que hice fue un documental titulado Habana abierta, sobre el tema del
regreso a Cuba de un grupo de cantautores de nuestro país que se había ido. Y
así empecé a comprometerme. Después hice un documental sobre José María Vitier,
que hizo la música de Fresa y chocolate. Se tituló Iré Habana y fue un trabajo
sobre un disco que tiene ese mismo nombre. Y así, poco a poco me fui vinculando
con el tema de la dirección del documental por el amor a la música, hasta que
llegó el momento de pasar a la ficción detrás de cámaras.
¿Cómo fue debutar en la dirección de ficción en 2010 con
Afinidades, junto a Vladimir Cruz, su compañero en Fresa y chocolate? ¿Y qué
influencia tuvo de los directores con los que trabajó?
Fue muy interesante porque los dos queríamos dirigir.
Vladimir tenía una historia y nos unimos para poder conseguir un presupuesto
entre los dos. Y pensamos que como los dos habíamos nacido en una codirección
(Fresa y chocolate fue dirigida por Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío)
sabíamos cómo se podía hacer eso.
¿Qué facilidades tuvo como cineasta al ser actor?
Fundamentalmente, el trabajo con los actores. Lo más
importante del cine que hacemos nosotros son las historias que contamos. Y para
que una historia sea creíble lo más importante es el trabajo de los actores. Y
ahí es donde más experiencia tenemos nosotros.
¿Cómo es hacer cine en Cuba actualmente?
Ahora mismo hay un movimiento de gente joven que está
haciendo sobre todo documentales y videoclips. Con todo el tema de lo digital y
las nuevas tecnologías la gente tiene muchas más posibilidades de hacer cine
independiente que antes, cuando para hacer cine tenías que ser parte de una
industria, depender de la clasificación de esa industria del ICAIC. Ahora, no.
Los jóvenes se reúnen, hacen proyectos independientes digitales, editan en sus
casas. Y eso ha dado mucha libertad y muchas posibilidades de que la gente
trabaje. El futuro del cine cubano es toda esta gente joven que de manera
independiente se está acercando.
Si se tiene en cuenta
que una entrada de cine tiene un costo bajísimo en Cuba y eso hace imposible
recaudar lo que se invierte en una película, ¿cómo es el acceso a la
coproducción en la actualidad?
Las entradas valen dos pesos cubanos que no son ni dos
centavos de dólar. Entonces, el Estado subvenciona los cines y la producción
nacional. O sea, de las coproducciones y de los servicios que da a producciones
francesas, italianas o españolas que van a rodar a Cuba, es un poco de donde
sale el dinero para mantener toda su infraestructura y el nivel que tiene como
industria.
Algo que llama la
atención a los extranjeros es la pasión que el público cubano tiene cuando se
estrena una película nacional en su país. Incluso, en las colas que se forman
para entrar a los cines durante el Festival de La Habana hay tremendos
tumultos. Es un fenómeno que sólo puede compararse con lo que puede despertar
un recital masivo de rock o un importante partido de fútbol en la Argentina. ¿A
qué se debe esa pasión y desborde por entrar a una sala de cine a ver una
película cubana?
Para nosotros es como parte del amor que le tenemos a la
propia profesión porque se crea un compromiso con el espectador por esa pasión
que ellos tienen por nuestro cine. Y yo pienso que es porque encuentran en la
película el reflejo de sus propias vidas, con sus contradicciones, sus dudas. Y
muchas veces encuentran en el cine la reflexión profunda sobre los problemas
que no encuentran en otros medios masivos como la televisión, la radio,
etcétera. Y en el cine encuentran esa mirada con complejidades de sus propias
vidas.
¿Por qué cree que a
la hora de reflejar la realidad de la isla algunos medios de comunicación
extranjeros focalizan en los temas políticos y no le dan lugar a la riqueza
cultural de Cuba?
Realmente la prensa es, a veces, un poco manipuladora en ese
sentido porque la realidad cubana es mucho más compleja. Si tú quieres ver una
Cuba donde lo político sea el centro y el protagonista de todo, te pierdes la
diversidad, los diferentes matices, la riqueza de nuestra cultura, el deporte y
su gente. Se centraliza todo en el tema político y para nosotros es una pena
porque se da una imagen esquemática de la realidad cubana.
Usted también pinta.
¿Qué le permite expresar la plástica que no puede con el cine?
El cine es un arte colectivo y se necesitan recursos,
medios. Y siempre digo que en la pintura he encontrado la libertad que no tengo
en el cine porque es mucho más personal. En ese sentido, es donde está la gran
diferencia.
Etiquetas:
Entrevistas,
Prensa
Suscribirse a:
Entradas (Atom)