viernes, 24 de agosto de 2012

Se encuentra en posproducción la película cubana "Se Vende"


Se encuentra en posproducción la película cubana Se Vende, escrita y dirigida por Jorge Perugorría. Es una historia de humor negro que utiliza la muerte para hablar de la vida. Su estreno será el próximo diciembre, en la Habana, Cuba. 

Jorge Perugorria y Natalia Oriero filman una nueva temporada de "Lynch"


Con un elenco latinoamericano nuevamente encabezado por Jorge Perugorria y Natalia Oreiro, Moviecity comenzará a rodar la nueva temporada de 17 episodios de su serie "Lynch" en Bogotá (Colombia).

Sobre una idea original y con guión de la colombiana Juliana Barrera, la entrega mostrará a Jerónimo Lynch, ahora muerto para el sistema, intentando revivir a una familia que se revelará aún más oscura que sus nuevos clientes.

Cada episodio contará con la dirección de reconocidos directores latinoamericanos, los tres primeros capítulos estarán dirigidos por el argentino Diego Suárez ("Los Roldán", "LaLola", "El tiempo no para y "Tiempo final").

domingo, 5 de agosto de 2012

Un amor crónico y divertido

La Habana, 2 de Agosto de 2012 
Granma Internacional
Por MIREYA  CASTAÑEDA

Cucu, Perugorría y el director de fotografía Ernesto Granado
en una de las locaciones
LOS géneros cinematográficos se han difuminado. Resulta entonces entendible que el realizador-actor Jorge Perugorría se decidiera a añadir una historia de ficción al documental que rodaría acerca de la gira por Cuba de la cantante Cucu Diamantes, residente en Nueva York, y nacida Ileana Padrón en el habanero barrio de Párraga.

Para testimoniar los conciertos queDiamantes ofreciera en Santiago de Cuba, Bayamo, Gibara, Camagüey, Cabaiguán, Cienfuegos, Santa Clara, Matanzas y La Habana, el director-guionista lógicamente se decantó por una road-movie.


Amor Crónico, documental- musical con ficción incluida, resultó una comedia divertida, donde en primer término puede disfrutarse la interpretación en vivo de los números  que conformanCuculand, el primer disco en solitario de Cucu Diamantes.

Cucu Diamantes y Andrés Levin, productor del filme, son los creadores, en 2001, del grupo musical Yerba Buena, donde fusionaron ritmos africanos y caribeños con un toque urbano neoyorquino, y que alcanzó una nominación al Grammy por el tema President Alien (2003).




Vocalista y escritora principal del grupo, Diamantes se lanzó a una carrera como solista en 2009 con el álbum Cuculand, con sus propias canciones, y producción de Levin y Yotuel, del grupoOrishas, quien — afirmó la cantante— le dio "un sonido más personal". Por el tema Es más fuerte fue nominada al Grammy Latino.

El diario Los Ángeles Times escribió en aquella oportunidad: "La cautivadora Cucu Diamantes es la seductora voz que co fundó….Yerba Buena… su álbum debut…es una mezcla de salsa, tango, guitarra, trip hop y otros sonidos oscilantes… Diamantes se destaca por su voz dulce y fresca navegando por una fusión sabrosa ideada para las noches calientes del verano"

PARA INGLES: ("The captivating Cucu Diamantes [is] the sultry-voiced co-founder of Grammy-nominated Latin fusion outfit Yerba Buena… her solo debut, "Cuculand" [is] a melange of salsa, tango, surf guitar, trip-hop and other shimmy-inducing sounds… Diamantes [is a] standout, with her sassily sweet voice sailing over a savory concoction built for hot summer nights."



De ese álbum son casi todas las canciones que Diamantes deja escuchar en los conciertos por la isla, por ejemplo Show me the Money,AlguienEl burrito y Sentimiento, y escribe para la cinta el tema homónimo, Amor crónico.



Director y cantante ofrecieron una rueda de prensa (en el espacio del ICAIC bautizado Fresa y chocolate) en la cual fueron muy explicativos acerca de todos los aspectos del filme.

Todo comenzó, según Perugorría, a raíz del Concierto Paz sin fronteras que organizara en La Habana en septiembre de 2009 el cantante colombiano Juanes, y en el tomaron parte figuras internacionales como Miguel Bosé, Olga Tañón, Danny Rivera, Víctor Manuel, Luis Eduardo Aute, Jovanotti y…Cucu Diamantes, en lo que sería "un reencuentro con sus raíces, su público natural".
Ahí surgió la idea de la gira por Cuba, y ella y Levin me pidieron un testimonio y me pareció tan interesante, con los riesgos para su carrera, comentó. "Pensé una película, pues Cucu parece salida de una película, vive entre la ficción y la realidad y porque el tema de los artistas cubanos que viven fuera de la isla y que regresan a Cuba y se reencuentran con su cultura y con su público natural, siempre me ha interesado".
De hecho, su primer documental, co dirigido con Arturo Sotto, fueHabana Abierta, sobre el regreso de músicos como Kelvin Ochoa luego de largas estancias en el exterior. Luego, en 2010, filmaría su primer largo de ficción, Afinidades, en codirección con Vladimir Cruz (continuando el binomio actoral de Fresa y chocolate).

Con respecto al road movie, Perugorría recordó su experiencia enGuantanamera con Tomás Gutiérrez Alea - Juan Carlos Tabío en la dirección y Miel para Oshún, de Humberto Solás, pues ambas hacen un viaje por toda Cuba. "Además quería hacerle un homenaje al cine cubano, que le tengo una deuda de gratitud".

Ese homenaje incluye la participación de estrellas de la cinematografía cubana haciendo pequeño personajes: Adela Legra, el propio Perugorria, Néstor Jiménez, Enrique Molina, Mirtha Ibarra, Mario Limonta, Laura de la Uz, Alberto Pujols, Luis Alberto García, y Broselianda Hernández.

Los seguidores del cine cubano encontraran hilarante ver a Broselianda Hernández remedar la escena de Memorias del Subdesarrollocuando Daysi Granados canta un bolero; a la propia Legrá, cubierta por la toalla blanca con sale en Lucía, vendiendo a Diamantes un girasol en el santuario de El Cobre; a Laura de la Uz, de camarera, preguntándose por qué no se quedó en Madagascar, y a Perugorría, re-interpretando su personaje de Lista de Espera.

En las últimas escenas siguen los guiños a otras películas, al clásicoCasablanca, pues mientras Humphrey Bogart decía a Ingrid Bergman "siempre nos quedará Paris", el personaje del enano "Guarapo" (Liosky Clavero), que en la ficción se enamora de Cucu Diamantes, le asegura que "siempre tendremos La Habana", y a la cubana Dolly Back, con su mismísimo director, Juan Carlos Tabío, pronunciando frenéticamente el final de Amor crónico.

"Uní todos esos ingredientes para la cinta y digo que en un docu-mental, todos padecemos de la misma enfermedad, amor crónico", concluyó Perugorría.

EN EL CIELO CON DIAMANTES

"Yo nací en Párraga, me llamo Ileana Padrón y vivo en Nueva York. Me gusta ser ecléctica en la vida y la musica". Es la carta de presentación de Cucu Diamantes, en la cinta y la rueda de prensa.

Para mi, el filme es un proyecto muy orgánico, y muy emocionante — confirmó— es una película muy sui generis, porque es una gira mía por Cuba, y al mismo tiempo enseñamos el tesoro que es esta isla, las raíces, los paisajes cubanos, la gente, la cultura".



Diamantes quería estrenar en La Habana y así fue (ya se exhibe en toda la isla), aunque la presentaron en marzo en South by Southwest, un festival en Austin, Texas, donde recibió buenas críticas: "Amor Cronico no se parece a ninguna película- extremadamente creativa y graciosísima", ("PARA INGLES: Amor Cronico is like nothing you’ve ever seen before - wildly inventive and fun.") escribió el SXSW Film Festival.



La música, corazón de Amor crónico, contó con la participación especial en los conciertos del trompetista Alexander Abreu, el grupo rumbero Los muñequitos de Matanzas, y Samuel Formell, de la orquesta Van Van. Diamantes precisó que tuvieron solo un mes de ensayo con la banda que aparece en la película, "son músicos jóvenes de la isla, no mi banda de Nueva York. Son extraordinarios"


Amor crónico, de 81 minutos y rodada en apenas 14 días, integra el musical, los conciertos de Cucu Diamantes, y una comedia tipo road movie, y esa fusión de géneros su director lo logra con mucho ritmo y humor.

sábado, 4 de agosto de 2012

Crónica de un amor anunciado


Amor crónico, el más reciente   estreno del cine cubano, sigue la   gira nacional de la cantante cubanoestadounidense  Cucu Diamantes
Frank Padrón / 29-07-2012 / 15:02 / Trabajadores

Documental ficcionado o viceversa,   Amor crónico, el más reciente   estreno del cine cubano, sigue la   gira nacional de la cantante cubanoestadounidense   Cucu Diamantes,   mientras se erige en sui   géneris homenaje al cine insular.   
La dirección corrió a cargo   de Jorge Pichy Perugorría (Fresa   y chocolate), actor que ya se colocó   tras las cámaras junto a su   colega Vladimir Cruz en un largo   de ficción (Afinidades) aunque   antes lo había hecho junto al cineasta   Arturo Sotto en el documental   Habana Abierta, sobre el   prestigioso grupo musical.   
Esta vez une de algún modo   ambas experiencias, y mientras   expone algunos de los momentos   en los teatros provinciales visitados   por la artista, también crea cierta   historia fictiva con el fan Guarapo,   enamorado platónico de ella, quien   se imagina a ambos estelarizando   videosclips donde también se homenajean   momentos significativos   de la música y del cine nuestros.   
Hablando de esos últimos,   abundan las citas y referencias:   películas cubanas como Memorias   del subdesarrollo, La muerte de   un burócrata, Alicia en el pueblo   de maravillas, Lista de espera,   Miel para Oshún o la propia Fresa…   aparecen mediante instantes   o escenas que, echando mano a la   parodia o la paráfrasis se insertan   de modo suficientemente orgánico   al relato, no así ciertos diálogos y   momentos —sobre todo del “romance”—   que se antojan un tanto   forzados, reiterativos y/o superfluos.   
Cucu Diamantes es una cantante   que domina la escena, se   manifiesta en ella con sensualidad   e irreverencia saludables,   y se pasea por varios géneros de   una sonoridad que expresa sus   raíces tanto habaneras como   neoyorquinas —como gusta de   repetir, acaso también en exceso—   trabajando con enjundia lo   mismo el bolero, el son y la rumba,   que ciertos elementos del patrimonio   estadounidense devenido   internacionales (jazz, rock)   o de la salsa, e incluso ciertas   confluencias interculturales que   enriquecen ambos tron(c)os musicales;   lo cual acentúa la sólida   banda que la acompaña, enriquecida   por el aporte de grandes talentos   de acá que fungieron como   artistas invitados.   
Todo ello nos hace perdonar a   la intérprete evidentes problemas   de dicción, y una como rigidez a   la hora de interpretar que endurece   a veces en demasía la entrega;   la gira resultó, de cualquier   modo, un reencuentro de raíces,   dada la indudable empatía que   estableció con el público cubano,   léase tanto el de provincia como   el capitalino, algo que el filme   potencia con una inteligente labor   en el empleo de las cámaras,   la edición, las luces y el sonido,   particularmente en las muchas   escenas que recogen momentos   de las actuaciones en los teatros.   Y hablando de actuaciones, vale   resaltar no solo a los protagonistas   de la historia central (junto   a Cucu aparece Liosky Clavero   como Guarapo, en un desempeño   simpático y desenfadado) sino   a destacadísimos actores que se   suman a los referidos homenajes,   a veces con meros cameos, pero   suficientes para lograr a plenitud   tal objetivo: el propio Pichy, Luis   Alberto García, Néstor Jiménez,   Broselianda Hernández, Laura   de la Uz, Mirta Ibarra, Alberto   Pujols, Mario Limonta…   
Tenaz en una recurrencia   del cine cubano (la emigración,   los viajes de “ida y vuelta”, los   reencuentros…) al que se reverencia   partiendo de varios de   sus títulos emblemáticos; testimonio   de la gira exitosa de una   artista respetable; road movie   original que una vez más difumina   barreras de géneros artísticos   ensanchando, sobre todo,   las fronteras del documental,   Amor crónico es una significativa   experiencia del cine cubano   contemporáneo.

viernes, 3 de agosto de 2012

Cine cubano: las películas llegan, se van, y se quedan

Por Sergio Acosta ((C) Jorge Perugorría) 

Como un juego de palabras se puede calificar la distribución de las películas cubanas, sobre todo si de las más exitosas se trata. Unas llegan, sobre todo a los festivales; otras se van del circuito después que terminan los festivales en las que se presentan, o se quedan en las mentes de los que las ven, o través de las críticas en los medios. 

 Desde el triunfo de la revolución cubana en 1959 y con la creación del ICAIC , el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, la producción audiovisual en la isla recibió un impulso, pero por otro lado apareció un espacio único que no permitía hasta hace poco una distribución de la producción independiente. Por otra parte, las películas cubanas más exitosas -y quizás las mas criticas-, eran exhibidas en determinados eventos, como festivales importantes, para después desaparecer. ¿Qué sucede? 

 Para Jorge Perugorría, famoso actor cubano y ahora también director, eso sucede en todas latitudes con el cine independiente: 
"Eso le pasa a la mayoría del cine independiente que se hace en todas partes. Ahora con el desarrollo de la tecnología digital los presupuestos de las películas han bajado, lo que da más libertad a la producción, y se hace incluso dentro de Cuba un cine independiente. O sea que ahora mismo es fácil hacer películas y el problema recae en la distribución. Es un poco como la industria del disco, que hoy se puede producir uno de calidad desde la casa, pero la pregunta es después cómo lo coloca. Por eso las películas que producimos en Cuba y en Latinoamérica la gente tiene acceso a verla en los festivales y muestras, pero es difícil llegar al circuito comercial". 

Para Juan Antonio García Borrero, historiador y crítico de cine de Camagüey, al este de la isla, los problemas de distribución son temas pendientes: 
“Esto es una asignatura pendiente que tenemos los cubanos. Tenemos que hacer un estudio de la recepción. Creo que Cuba debe de alguna forma comenzar a tomar en cuenta lo que está sucediendo en el mundo. Seguimos siendo isla en lo geográfico pero cada vez nos integramos más a una lógica global en la cual ya resulta difícil que en cartelera se pueda sostener semanas determinadas películas, sobre todo aquí donde existe la concepción de salas de cine con grandes capacidades, y en el mundo se vive un repliegue para consumir este tipo de audiovisual en su hogar". 

Espacio para la crítica 

Las películas cubanas parecen ser una isla en cuanto a la crítica en un país cerrado a muchos espacios alternativos. Aún así siempre surge la duda de si hay control, censura o rechazo a determinados temas. Perugorría habla de que ha tenido espacio para hacer las producciones que ha querido: 

 "He podido hacer las que he querido. Eso no es algo nuevo dentro del cine cubano, si ves las películas de los años 60, las producciones como "La muerte de un burócrata", que era una crítica de Titón a la burocracia, o "Fresa y Chocolate", u otras películas de los últimos años. El cine cubano siempre ha tenido espacio para un pensamiento crítico, quizás con mucho más espacio que otros medios como la televisión o la prensa plana. Nunca ha perdido ese compromiso con la realidad, y de hecho por eso le gusta tanto a los cubanos". 

 Parecido opina el historiador García Borrero, quien cree que el cine en Cuba ha tenido una autonomía única: 
"Ha sido un ejemplo de autonomía para esa suerte de crítica que se puede realizar. Yo en lo personal siempre he defendido contar la historia del cine cubano con más ambición que lo que normalmente se hace. Casi siempre se habla del cine cubano como la historia del ICAIC, que deja en la sombra el cine pre revolucionario o del cine sumergido que se hace más allá del ICAIC, o del cine del exilio”  

Según García Borrero desde el año 2.000 cuando él personalmente dirigió la primera muestra de nuevos realizadores, ya había interés de las autoridades de la industria del cine en Cuba por los nuevos talentos y nuevas producciones. Ejemplo de ello son películas como "Camionero", que aborda el tema del acoso infantil en las escuelas en Cuba, o "Habanastation" que trata las diferencias de clases sociales, o la misma última producción de Jorge Perugorría, "Amor Crónico" sobre la gira de la cantante cubana emigrada a Nueva York, Cucu Diamante, y que regresa y da una gira por la isla. 

Futuro: ¿hacia dónde mirar?

En una reciente presentación en La Habana del último libro de crítico e investigador García Borrero precisamente se trataron algunos de estos temas.

"En la presentación de “Cine cubano, la pupila insomne”, el debate dejó más interrogantes que respuestas, pero provocó que se puede seguir pensando en estos temas. Con la proliferación de canales audiovisuales hay muchas posibilidades para saber las películas que se estrenan y que corren el riesgo de perderse. El crítico tiene un papel fundamental dentro de esta revolución electrónica. No se puede seguir haciendo la crítica como antes, hay que comenzar a escuchar al espectador, y eso es lo que intentamos ahora hacer en Cuba". 

 Fresa y Chocolate hizo famoso a Jorge Perugorría. Desde entonces no solo han pasado 17 años, sino que mucho cine se ha hecho en Cuba. Pareciera que una constante son los temas relacionados con la migración, pero según García Borrero muchas otras cintas con mas crítica y mensajes sociales han salido de Cuba. Aún así nunca está de más el consejo del multifacético actor y director Jorge Perugorría:

 "Los cineastas tienen que mirar la vida. Recuerdo que Pedro Almodóvar vino a La Habana y dijo: ‘aquí nada más hay que poner una cámara en una esquina y sale una película’. Las historias están ahí y esa debe ser la inspiración"

Cucu Diamantes en los cines de La Habana


Nos despedimos en el taller de La Plaza de La Catedral en 1989; ella se fue a Italia y yo me quedé en La Habana. A esa muchacha delgada y curiosa no la volví (ni la volveré) a ver. No recuerdo bien su nombre ni apellidos, pero a cambio, me envió a su replicante, a su doble, a su alma gemela: Cucu Diamantes.
Aquí estaba yo, "en el mismo lugar y con la misma gente" cuando la reencontré en su voz, su arte, que siempre retorna, como tantas cubanas, como mi admirada Ana Mendieta, a internarse en la tierra que la dejó ir un día.
Me enroló como actriz en un fragmento de su recién rodada película, dirigida por el sorprendente Jorge Perugorría, actor, director y amigo. Cucu y Pichi reunieron a tantos actores que yo no veía en décadas, aunaron circunstancias y medios que raramente aparecen en esta isla, y al partir, esta vez tampoco se nos fue del todo, pues esta tarde en uno de los cines de la capital, su película 'Amor crónico' es exhibida para quienes en medio de un verano que derrite y vence, deciden irla a ver como si se tratara de una cantante que nunca salió de aquí, de una muchacha residente en Párraga. ¿Qué me diría aquella chica del 86 si le contara entonces que hoy, una cubana de NY puede exhibir aquí un filme hecho en Cuba en los cines de nuestra ciudad? Seguramente no me hubiese creído. De hecho, si no me veo en ella, no me creo.
De Nueva York a La Habana conversamos, tendiendo puentes, con la delicada y sorprendente Cucu, ella, siempre en fuga, por el mundo con su colección de Diamantes, con más vidas que un gato pero con un solo estilo: el suyo.
Wendy: ¿Qué ha sido para ti actuar y volver a Cuba de la mano del actor y director Jorge Perugorría?
Cucu: Actuar me encanta, es algo que creo que todos los cantautores, artistas, intérpretes, etc., cuándo nos subimos a un escenario a cantar nuestras canciones para darle vida, recurrimos a sacar nuestras maletas de vivencias para interpretar una canción y hacerla sentir al público. Es un poco uno de los recursos que utilizan los actores a la hora de crear un personaje. Anteriormente hice personajes pequeños en dos películas. Una de éstas fue el filme sobre la vida del cantante Héctor Lavoe, en la cual compartí una escena con Marc Anthony. La experiencia de 'Amor Crónico' me dejó con ganas de seguir incursionando en el cine.
Fue un gran honor para mí trabajar con Pichi bajo su dirección, sobre todo por su profesionalismo, sus años de experiencia en el cine, su talento, su pasión por el séptimo arte y la música. Un ser humano muy abierto para la creación y la colaboración, 'a true Renaissance Man'.
W: ¿Por qué volver a Cuba?
C: Tras una llamada de Miguel Bosé y Juanes para invitarnos al concierto de La Paz, nos alegramos mucho de la propuesta. Andrés Levin y yo tenemos una organización llamada Music Has No Enemies (la música no tiene enemigos). Por más de una década hemos participado en muchos actos filantrópicos, ayudando siempre a causas como la de prevención del Sida, del cáncer, de los niños abusados, de la violencia de género, etc. El día antes de viajar a Cuba para el Concierto de la Paz me dieron la noticia que me nominaban con mi primer álbum al Grammy Latino como mejor Canción Alternativa. Ya habíamos estado nominado a los Grammy Americanos con Yerba Buena y me sorprendió que como artista independiente de la música Alternativa de la escena 'underground' Dowtown New York me nominaran al Grammy Latino con mi primer disco como solista. Imagínate lo alegre que viajé a La Habana, y mucho más nos sorprendimos al otro día en el Concierto por la Paz. Lo mágico del concierto superó todas nuestras expectativas. Cuánta adrenalina genera actuar para un millón y medio de personas, concentrándote entre emociones, lágrimas y risas, ideas por la paz, por el amor y la música. Esto, en lo personal, me reunió con mis raíces, con la tierra, con mi gente, con mi familia, después de siete años de intenso trabajo girando por el mundo con la agrupación musical Yerba Buena.Era el momento de regresar y se dio orgánicamente, siempre hay un antes y un después. El antes es historia y el después fue hacer 'Amor crónico' con la gira para mi público natal, que me reconoció y recibió en el Concierto de la Paz para luego darme su bienvenida. En Cuba me conocían muy pocos, sólo ciertos fanes que escuchaban los discos de Yerba Buena. Pero en realidad lo que más me gusta es que la vida me sorprenda y sorprenderlos. Así fue.
W: ¿Dónde se presenta y qué graba hoy Cucu Diamantes?
C: Mis planes inmediatos: terminar mi próximo disco. Music Has No Enemies está montado una producción musical en colaboración con Brooklyn Academy of Music, que se realizará en diciembre de este año con grandes artistas y músicos de la escena cubana como José Luis Cortés, Juana Bacallao, Migdalia Echevarría, Alexander Abreu, Carlos Varela, David Torrens, Osdalgia, Kelvis Ochoa, Roberto Carlos (Cucurucho), Anthuan Perugorría, Nam San Fong Arce, Samuel Formell y muchos más. En estos momentos es un 'work in progress' de dicha producción. Se recaudarán fondos para combatir el Sida.
Elijo uno los viejos cines que aún quedan funcionando en La Habana. A tiempo para la última función del atardecer, entro con mi abanico de cartón sintiendo el sudor, el calor, la gama de olores y el renovado tono que no cae en lo dramático y juega con el vídeo-arte surrealista que somos hoy en estructuras y tópicos. Aquí estoy, sentada frente a la pantalla para vernos y verme. Para entender la dimensión de este complejo 'Amor crónico' que a todos nos toca del pasado al presente en ésta una historia circular con grandes guiños al cine insular, secuencias que parece hemos vivido ya sin movernos de la luneta.
Más allá de un juicio crítico, de los gustos individuales o las simpatías o conexiones con su trabajo, los espectadores sabemos evaluar, en el registro de su obra, que todo esto se trata de un gran paso sobre la autonomía del arte hecho hoy en Cuba con medios propios. Así ocurrió durante la Bienal de La Habana, con la apertura de espacios independientes aparecidos en su programa oficial. Ahora los autores cubanos esperamos el momento para publicar en editoriales semejantes, con el estilo inicial a 'Vigía' de Matanzas, quienes se iniciaron con su pequeña imprenta en un salón de la ciudad, siendo hoy una gran promotora de las letras en la isla.
Agradezco a Cucu su paso de apertura, de saltos esperanzados y resplandecientes por toda la isla, ésa que siempre espera a los hijos que partieron con la dura interrogante que lleva la ausencia. ¿Volver?

miércoles, 1 de agosto de 2012

Cine cubano: las películas llegan, se van, y se quedan

Por Sergio Acosta ((C) Jorge Perugorría)

Como un juego de palabras se puede calificar la distribución de las películas cubanas, sobre todo si de las más exitosas se trata. Unas llegan, sobre todo a los festivales; otras se van del circuito después que terminan los festivales en las que se presentan, o se quedan en las mentes de los que las ven, o través de las críticas en los medios.

Desde el triunfo de la revolución cubana en 1959 y con la creación del ICAIC , el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, la producción audiovisual en la isla recibió un impulso, pero por otro lado apareció un espacio único que no permitía hasta hace poco una distribución de la producción independiente. Por otra parte, las películas cubanas más exitosas -y quizás las mas criticas-, eran exhibidas en determinados eventos, como festivales importantes, para después desaparecer. ¿Qué sucede?

Para Jorge Perugorría, famoso actor cubano y ahora también director, eso sucede en todas latitudes con el cine independiente:
"Eso le pasa a la mayoría del cine independiente que se hace en todas partes. Ahora con el desarrollo de la tecnología digital los presupuestos de las películas han bajado, lo que da más libertad a la producción, y se hace incluso dentro de Cuba un cine independiente. O sea que ahora mismo es fácil hacer películas y el problema recae en la distribución. Es un poco como la industria del disco, que hoy se puede producir uno de calidad desde la casa, pero la pregunta es después cómo lo coloca. Por eso las películas que producimos en Cuba y en Latinoamérica la gente tiene acceso a verla en los festivales y muestras, pero es difícil llegar al circuito comercial".

Para Juan Antonio García Borrero, historiador y crítico de cine de Camagüey, al este de la isla, los problemas de distribución son temas pendientes:
“Esto es una asignatura pendiente que tenemos los cubanos. Tenemos que hacer un estudio de la recepción. Creo que Cuba debe de alguna forma comenzar a tomar en cuenta lo que está sucediendo en el mundo. Seguimos siendo isla en lo geográfico pero cada vez nos integramos más a una lógica global en la cual ya resulta difícil que en cartelera se pueda sostener semanas determinadas películas, sobre todo aquí donde existe la concepción de salas de cine con grandes capacidades, y en el mundo se vive un repliegue para consumir este tipo de audiovisual en su hogar".

Espacio para la crítica
Las películas cubanas parecen ser una isla en cuanto a la crítica en un país cerrado a muchos espacios alternativos. Aún así siempre surge la duda de si hay control, censura o rechazo a determinados temas. Perugorría habla de que ha tenido espacio para hacer las producciones que ha querido:

"He podido hacer las que he querido. Eso no es algo nuevo dentro del cine cubano, si ves las películas de los años 60, las producciones como "La muerte de un burócrata", que era una crítica de Titón a la burocracia, o "Fresa y Chocolate", u otras películas de los últimos años. El cine cubano siempre ha tenido espacio para un pensamiento crítico, quizás con mucho más espacio que otros medios como la televisión o la prensa plana. Nunca ha perdido ese compromiso con la realidad, y de hecho por eso le gusta tanto a los cubanos".

Parecido opina el historiador García Borrero, quien cree que el cine en Cuba ha tenido una autonomía única:
"Ha sido un ejemplo de autonomía para esa suerte de crítica que se puede realizar. Yo en lo personal siempre he defendido contar la historia del cine cubano con más ambición que lo que normalmente se hace. Casi siempre se habla del cine cubano como la historia del ICAIC, que deja en la sombra el cine pre revolucionario o del cine sumergido que se hace más allá del ICAIC, o del cine del exilio”

Según García Borrero desde el año 2.000 cuando él personalmente dirigió la primera muestra de nuevos realizadores, ya había interés de las autoridades de la industria del cine en Cuba por los nuevos talentos y nuevas producciones. Ejemplo de ello son películas como "Camionero", que aborda el tema del acoso infantil en las escuelas en Cuba, o "Habanastation" que trata las diferencias de clases sociales, o la misma última producción de Jorge Perugorría, "Amor Crónico" sobre la gira de la cantante cubana emigrada a Nueva York, Cucu Diamante, y que regresa y da una gira por la isla.

Futuro: ¿hacia dónde mirar?
En una reciente presentación en La Habana del último libro de crítico e investigador García Borrero precisamente se trataron algunos de estos temas.

"En la presentación de “Cine cubano, la pupila insomne”, el debate dejó más interrogantes que respuestas, pero provocó que se puede seguir pensando en estos temas. Con la proliferación de canales audiovisuales hay muchas posibilidades para saber las películas que se estrenan y que corren el riesgo de perderse. El crítico tiene un papel fundamental dentro de esta revolución electrónica. No se puede seguir haciendo la crítica como antes, hay que comenzar a escuchar al espectador, y eso es lo que intentamos ahora hacer en Cuba".

Fresa y Chocolate hizo famoso a Jorge Perugorría. Desde entonces no solo han pasado 17 años, sino que mucho cine se ha hecho en Cuba. Pareciera que una constante son los temas relacionados con la migración, pero según García Borrero muchas otras cintas con mas crítica y mensajes sociales han salido de Cuba. Aún así nunca está de más el consejo del multifacético actor y director Jorge Perugorría:

"Los cineastas tienen que mirar la vida. Recuerdo que Pedro Almodóvar vino a La Habana y dijo: ‘aquí nada más hay que poner una cámara en una esquina y sale una película’. Las historias están ahí y esa debe ser la inspiración"